Se trata de una de las construcciones que fue cedida por la Xunta junto con el resto de la fortaleza
Fuentes de Paradores confirmaron que la cesión de la Xunta de Galicia a la empresa estatal también incluye otra instalación más, en el exterior del recinto de la fortaleza y muy próxima a su acceso principal: el cuartel de infantería.
Según esas mismas fuentes, hastra el momento no se ha definido en firme ningún tipo de explotación para ese edificio, aunque el regidor del Concello de Monterrei, José Luis Suárez, apunta a la posibilidad de convertirlo en restaurante
del parador, al no contar el actual establecimiento en el castillo de Monterrei con una sala habilitada para tal fin.
Dicha estructura se incorpora así, vía cesión gratuita, al conjunto de propiedades explotadas por la red nacional de paradores dependiente del Ministerio de Turismo.
Según afirmó el alcalde de Monterrei, "es evidente que hay una apuesta decidida por invertir en el castillo de Monterrei y su entorno, y desde este ayuntamiento no cejaremos en el empeño de que las diferentes administraciones sigan financiando sus mejoras". Suárez Martínez confirmó que "la propia presidenta de Paradores -Ángeles Alarcó Canosa- me aseguró que sería una remodelación que se acometería dada la necesidad que en estos momentos presenta el actual parador en el castillo de salones amplios que puedan albergar un comedor".
Otros de los trabajos que sí se iniciarán en breve plazo de tiempo será el acondicionamiento del entorno de los cañones de la fortaleza y la recuperación de las bases de madera de los mismos. José Luis Suárez expresó el compromiso que existe por parte del Concello de Monterrei para acometer dichas labores de adecentamiento y de consultar en breve con técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta las directrices precisas para devolverle, en la medida de lo posible, el esplendor a una de las figuras características de la fortaleza.
Este compromiso por parte de la empresa pública estatal se realiza a la espera de la resolución judicial sobre la reclamación interpuesta por el uso hotelero aparentemente indebido de un bien de interés cultural, que ha provocado una respuesta muy reivindicativa desde la Plataforma en Defensa do Castelo, organización que sigue promoviendo actos en ese sentido para devolverle al castillo su categoría de museo público.
