Uno de los cañones medievales tirado en el suelo, otro pintado de verde y azul y la madera de sujeción de un tercero llena de borrones de tinta. Esta es la imagen que pueden observar los turistas y vecinos que estos días visitan el castillo de Monterrei.
La estampa es obra de unos desaprensivos que tomaron la fortaleza para entretenerse haciendo daño, dado que, además de los cañones, que llevan siglos apuntando hacia el valle del río Támega, emborronaron con tinta troncos de árboles, paneles informativos e incluso las lámparas de iluminación nocturna y los muros de una antigua torre de vigilancia. La señalización había sido instalada el pasado mes a través de un convenio entre la Diputación y la Xunta.
Esta no es la primera vez que la fortaleza es objetivo de actos vandálicos, según los datos que maneja el alcalde de Monterrei, José Luis Suárez Conde, que solicitó en varias ocasiones la instalación de cámaras de seguridad para evitarlos, dado que el recinto es utilizado, sobre todo los fines de semana, por jóvenes para emborracharse o escuchar música en sus vehículos.
La petición del regidor fue atendida a principios del pasado verano por parte de la Consellería de Cultura, que instaló un sistema de alarma y varias cámaras pero éstas, según explicó el departamento autonómico, solamente recogen imágenes en el interior de la propia fortaleza y la iglesia.
Los daños se registraron en el acceso a pie al castillo y la Guardia Civil abrió una investigación para identificar a los autores.
Esta no es la primera vez que la fortaleza es objetivo de actos vandálicos, según los datos que maneja el alcalde de Monterrei, José Luis Suárez Conde, que solicitó en varias ocasiones la instalación de cámaras de seguridad para evitarlos, dado que el recinto es utilizado, sobre todo los fines de semana, por jóvenes para emborracharse o escuchar música en sus vehículos.
La petición del regidor fue atendida a principios del pasado verano por parte de la Consellería de Cultura, que instaló un sistema de alarma y varias cámaras pero éstas, según explicó el departamento autonómico, solamente recogen imágenes en el interior de la propia fortaleza y la iglesia.
Los daños se registraron en el acceso a pie al castillo y la Guardia Civil abrió una investigación para identificar a los autores.
