“La seguridad vial es cosa de todos, no sólo de la Policía o la Guardia Civil"

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photo_camera Fernando Castro interviene durante un acto eclesiástico.
Nombre: Fernando Castro Salgado
Lugar y fecha de nacimiento: Verín, 11 de febrero de 1974
Profesión: Funcionario del Ayuntamiento de Verín (Policía Local). 
Cargo: Delegado episcopal del Departamento de la Pastoral de la Carretera. 

El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, nombró un día como hoy -4 de abril- hace dos años a Fernando Castro, policía en Verín, delegado episcopal de la Pastoral de la Carretera. También un día como hoy, pero de 1977, fallecía en un accidente de tráfico Alfonso Castro, que fuera concejal de Verín y padre de Fernando. Hoy, su hijo es el titular de este departamento que se ocupa de dar soporte, a través de la fe religiosa, a los familiares de las víctimas de accidentes en la carretera, y de promover la conciencia al volante.

¿En qué consiste su labor como delegado episcopal de la Pastoral de la Carretera?
La Conferencia Episcopal creó hace 51 años este departamento para transmitir seguridad y educación vial a las carreteras de todas las diócesis de España. También colaborar con el Gobierno central y la Dirección General de Tráfico en el día a día de los transportistas, peatones o conductores, principalmente, para mejorar su educación al volante y para que cada día haya menos accidentes y fallecidos en nuestras carreteras. Dentro de ese compromiso de la Conferencia Episcopal, cada diócesis, a través de los obispos, impulsa directivas y, hace dos años, Monseñor Leonardo Lemos me encomendó la tarea de poner en marcha el departamento y mostrar la cercanía de la diócesis a sus feligreses y a toda la sociedad de Ourense.

 "Queremos llegar a través de los sacerdotes a todos los pueblos del rural". 

 "El compromiso y responsabilidad de transportistas o taxistas es muy importante". 

 "Creo que la cercanía que buscábamos llegó a la población". 

¿Qué balance hace después de estos dos años en el cargo?
Creo que esa cercanía llegó a la población. Por ejemplo, hay muchas familias agradecidas con la celebración de la misa en memoria de las víctimas de accidentes de tráfico que hacemos en el mes de noviembre. Por ese recuerdo en comunidad y oración. Esos momentos ayudan a que las familias superen los duros momentos gracias a la palabra del señor. Esta misa tiene lugar, desde hace dos años, en la Iglesia de los Padres Franciscanos del Parque de San Lázaro. Cuando acaba la celebración, se saluda todo el mundo y muchas personas dan las gracias por ese recuerdo. Al final, quien más o quien menos ha perdido a un familiar, un amigo o un vecino en un accidente de tráfico. 

¿Qué otras iniciativas se han desarrollado a lo largo de estos dos años?
Se potenció la celebración de San Cristóbal en Cea o Medeiros, y las jornadas de Responsabilidad en el Tráfico. Se recuerda a los taxistas y transportistas que su tarea es muy importante, así como su responsabilidad y compromiso. La seguridad vial es cosa de todos, no sólo de la Guardia Civil, la Policía o instituciones. Es de todo el que va por la carretera. Este año también estuvimos presentes en A Gudiña con el director de la Pastoral de la Carretera para celebrar el día del beato Sebastián Aparicio. Queremos llegar, a través de los sacerdotes, a todos los pueblos del rural. 

¿Qué aprendizaje extrae de todas estas experiencias vividas a lo largo de dos años?
Que las familias necesitan de acompañamiento, ser escuchadas, atendidas y de esa cercanía y complicidad con los sacerdotes. Es bueno que los religiosos, cuando acaban la homilía, den un consejo sobre responsabilidad en la carretera. Es algo bonito y necesario hoy en día. Cualquier actitud positiva en este sentido salva vidas venga de quien venga. Es necesario implicarse.
 

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