Los verinenses se resisten a no vivir el Entroido, por lo que en la medida de lo posible buscan la forma de reinventarse y homenajear esta celebración tan ansiada por los vecinos de la villa del Támega.
En la jornada del sábado las calles de Verín albergaban color, adornos y disfraces. Y es que en uno de sus días más grandes de Entroido los verinenses buscaban la manera de mantener viva la llama entroideira.
"Hai que facer ruido, xa sexa coas chocas polo balcón ou saíndo disfrazados", cuenta Juan Castro, el presidente de la Asociación del Cigarrón, que este año no podrá vestir el traje.
Al igual que este, Miguel Prieto "Chita", pregonero en 2020, aplaude las iniciativas responsables de los vecinos, “como fai o Fanfán, que saiu coa silla, un guiño ao Entroido".
Además, Emilia Somoza, concelleira de Educación, Cultura e Festexos, ve estupendo que los vecinos se disfracen para hacer sus recados y remarca que "a xente debería ter cabeza debido á situación, e confío en que así sexa".
