La aparición de plutonio hizo reconocer al Gobierno que la situación sigue 'muy seria' e 'imprevisible'

Unos 400 operarios arriesgan su vida dentro de Fukushima

Imagen de los reactores 1 y 2 de la central de Fukushima tomada el pasado día 27 y divulgada ayer. (Foto: )
Unos 400 operarios trabajan en la central nuclear de Fukushima Daiichi sujetos a una rígida disciplina, que los mantiene ocupados desde las seis de la mañana, alimentados con raciones de supervivencia y sin contactar con sus familiares. Los trabajadores de Tokyo Electric Power (Tepco) y los subcontratados por la operadora de la planta viven de comida deshidratada y agua mineral, bienes que a veces hay que racionar.Tras tomar un parco desayuno de galletas saladas y zumo, los operarios se dirigen a sus puestos en la central de Fukushima, un peligroso lugar en el que se exponen a altas radiaciones y accidentes muy graves.
Los operarios pasan una frenética jornada en la que intentan estabilizar los reactores, llevar la electricidad y poner en funcionamiento los sistemas de refrigeración, mientras los problemas de filtraciones se multiplican. Kazuma Yokota, de la Agencia de Seguridad Nuclear, que compartió con los trabajadores cinco días, dijo ayer que en ocasiones los empleados tuvieron que racionar el agua que bebían por falta de suministros y que no reciben almuerzo.

Estas duras condiciones hacen que a las cinco de la tarde, cuando termina normalmente su jornada, 'estén destrozados', según Yokota. Antes de descansar en dormitorios improvisados en salas de conferencia o vestíbulos, los trabajadores toman una cena compuesta por arroz deshidratado y una lata de carne en conserva por persona.

Para aislarse de la radiación del suelo mientras duermen, despliegan láminas que contienen plomo antes de extender sus mantas, mientras que a diario sufren unas radiaciones en el interior de las instalaciones de la central de entre 2 y 3 microsievert, cuando 5 es el límite recomendado por el Gobierno de Japón. La mayoría de los trabajadores son reemplazados por otros tras una semana dedicados a esa dura rutina en la central nuclear, durante la cual tampoco pueden contactar con sus familias pues los teléfonos móviles no funcionan, según Yokota.


SITUACIÓN 'IMPREVISIBLE'

Mientras las operarios trabajan hasta el límite de sus fuerzas, el hallazgo de plutonio en el suelo de la central, unido a la alta radiación en el agua, llevó ayer al Gobierno japonés a admitir que la situación es 'muy seria' y sigue sin ser controlada. Trazas de plutonio fueron detectadas el lunes en dos muestras del terreno de la planta nuclear y, aunque no suponen un riesgo para la salud por constituir cantidades muy pequeñas, parecen demostrar que hubo filtraciones de un reactor. El primer ministro japonés, Naoto Kan, calificó ayer de 'imprevisible' la situación de la planta nuclear, que obliga a 'no bajar la atención'.

Los esfuerzos de ayer se centraron en tratar de drenar el agua radiactiva que inunda la zona de turbinas cerca de los reactores 1, 2 y 3, el último de los cuales preocupa especialmente por contener un combustible que mezcla uranio y plutonio, altamente tóxico.

El portavoz japonés, Yukio Edano, muy crítico con la gestión de Tepco de la crisis, pidió ayer vigilar la salida de plutonio al exterior de la planta y consideró probable que el material detectado provenga de barras de combustible fusionadas parcialmente. El portavoz nipón indicó no obstante que las cantidades de plutonio halladas son las mismas que pueden encontrarse en el medio ambiente.

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