La afluencia a las urnas en los tres estados federados alemanes donse celebran elecciones regionales era alta pasado el mediodía, en unos comicios considerados clave a cuatro semanas de las generales del 27 de septiembre en que la canciller Angela Merkel aspira a la reelección.
Según informaciones de la comisión electoral, en el Sarre (oeste del país) se había registrado una participación del 36,7 por ciento hacia las 12.00 GMT, frente al 27,8 por ciento correspondiente a los comicios de 2004 a esa misma hora.
En Turingia (este) la afluencia era, con un 34,9 por ciento, asimismo dos puntos superior que en las regionales pasadas, mientras que en Sajonia los datos relativos a las 10.00 GMT situaban la participación en el 20 por ciento, frente al 18 por ciento de cuatro años atrás.
Los colegios quedaron abiertos a las 06.00 GMT y se cerrarán a las 16.00 GMT.
Unos seis millones de electores están convocados a las urnas, en unas elecciones que son el último test directo ante la carrera por la Cancillería entre Merkel, y su ministro de Exteriores y aspirante socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier.
El Partido Socialdemócrata (SPD) necesita apuntarse alguna victoria para dar brío a la campaña de Steinmeier, al que desde hace meses los sondeos le dan por derrotado.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y sus aliados de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) tienen entre catorce y quince puntos de ventaja sobre el SPD, según las encuestas.
Todo apunta a que las generales pondrán fin a la gran coalición que dirige Merkel desde 2005 y comportarán el relevo de Steinmeier por Guido Westerwelle, líder del Partido Liberal (FDP).
Sin embargo, no se descarta que las grandes formaciones no tengan los votos suficientes para apoyarse en un único socio, lo que abriría la puerta a constelaciones de varios partidos o la reedición de la gran coalición.
En los tres estados en liza gobierna la CDU de Merkel y los sondeos apuntan a que defenderá su posición de primera fuerza.
Sin embargo, se le pronostica notables pérdidas de votos en Turingia y el Sarre, donde gobierna en solitario, lo que le obligará a buscarse un socio o incluso podría provocar un relevo en el poder con el SPD como fuerza gubernamental, apuntalada en La Izquierda.
Esta combinación daría la oportunidad de arrebatarle hasta dos 'Lander' a la CDU, pero entraña riesgos para Steinmeier. Si bien La Izquierda tiene experiencia de gobierno con el SPD en 'Lander' del este, la cuestión es un tabú en el oeste por agrupar en sus filas a pos comunistas, considerados herederos del régimen germano-oriental.
Además, el líder de La Izquierda y candidato en el Sarre es Oskar Lafontaine, quien en 1999 sacudió al SPD con su doble dimisión como presidente del partido y ministro del primer gobierno de Gerhard Schroder, en desacuerdo con la línea centrista de éste.
En el estado más populoso del país, Renania del Norte-Westfalia, con 14,4 millones de electores, los ciudadanos están asimismo convocados para las elecciones municipales, aunque por su carácter local éstas se consideran sin impacto ante las generales.
En Turingia (este) la afluencia era, con un 34,9 por ciento, asimismo dos puntos superior que en las regionales pasadas, mientras que en Sajonia los datos relativos a las 10.00 GMT situaban la participación en el 20 por ciento, frente al 18 por ciento de cuatro años atrás.
Los colegios quedaron abiertos a las 06.00 GMT y se cerrarán a las 16.00 GMT.
Unos seis millones de electores están convocados a las urnas, en unas elecciones que son el último test directo ante la carrera por la Cancillería entre Merkel, y su ministro de Exteriores y aspirante socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier.
El Partido Socialdemócrata (SPD) necesita apuntarse alguna victoria para dar brío a la campaña de Steinmeier, al que desde hace meses los sondeos le dan por derrotado.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y sus aliados de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) tienen entre catorce y quince puntos de ventaja sobre el SPD, según las encuestas.
Todo apunta a que las generales pondrán fin a la gran coalición que dirige Merkel desde 2005 y comportarán el relevo de Steinmeier por Guido Westerwelle, líder del Partido Liberal (FDP).
Sin embargo, no se descarta que las grandes formaciones no tengan los votos suficientes para apoyarse en un único socio, lo que abriría la puerta a constelaciones de varios partidos o la reedición de la gran coalición.
En los tres estados en liza gobierna la CDU de Merkel y los sondeos apuntan a que defenderá su posición de primera fuerza.
Sin embargo, se le pronostica notables pérdidas de votos en Turingia y el Sarre, donde gobierna en solitario, lo que le obligará a buscarse un socio o incluso podría provocar un relevo en el poder con el SPD como fuerza gubernamental, apuntalada en La Izquierda.
Esta combinación daría la oportunidad de arrebatarle hasta dos 'Lander' a la CDU, pero entraña riesgos para Steinmeier. Si bien La Izquierda tiene experiencia de gobierno con el SPD en 'Lander' del este, la cuestión es un tabú en el oeste por agrupar en sus filas a pos comunistas, considerados herederos del régimen germano-oriental.
Además, el líder de La Izquierda y candidato en el Sarre es Oskar Lafontaine, quien en 1999 sacudió al SPD con su doble dimisión como presidente del partido y ministro del primer gobierno de Gerhard Schroder, en desacuerdo con la línea centrista de éste.
En el estado más populoso del país, Renania del Norte-Westfalia, con 14,4 millones de electores, los ciudadanos están asimismo convocados para las elecciones municipales, aunque por su carácter local éstas se consideran sin impacto ante las generales.
