Ángela Merkel desoye las advertencias de China y recibe al Dalai Lama en Berlín

 La canciller alemana, Angela Merkel, ha recibido al Dalai Lama, máximo representante religioso y cultural del Tíbet, desoyendo las advertencias de las autoridades chinas sobre un empeoramiento de las relaciones bilaterales si se producía dicha cita.

La visita había sido declarada por el gobierno de "intercambio privado de opiniones" como parte de la práctica habitual de Merkel de recibir a representantes de las diversas religiones. Aunque no hubo declaraciones en público, el hecho de recibir al Dalai Lama en la Cancillería ha sido para Pekín motivo suficiente para interpretarlo como una afrenta.

Pekín interpreta el hecho de que un jefe de gobierno alemán haya decidido por primera vez recibir al Dalai Lama como un apoyo indirecto a lo que considera aspiraciones secesionistas de Tíbet y, por ello, como una "intromisión en asuntos internos". China ocupó el Tíbet en 1951 y desde entonces lo considera parte de su territorio. El Dalai Lama vive en el exilio desde 1959.

Tensión diplomática

En días pasados, el Ministerio de Exteriores chino convocó al embajador alemán, Michael Schäfer, para transmitirle sus protestas y el deseo de que la reunión fuera desconvocada.

Dos días antes del encuentro entre Merkel y el Dalai Lama, el vice-portavoz del gobierno alemán Thomas Steg aseguró que si bien Berlín apoyaba las aspiraciones del Dalai Lama hacia una mayor autonomía cultural y religiosa de Tíbet, consideraba que cualquier solución pasa por un diálogo directo entre ambas partes.

Por su parte, el portavoz de Exteriores, Martin Jäger, recalcó que para el gobierno alemán "está fuera de toda duda" que la "región autónoma del Tíbet forma parte del estado chino". Ambos resaltaron la importancia que confiere el gobierno alemán a las relaciones con China, lo que se ha traducido ya en dos viajes de Merkel a ese país en los dos años que dirige el gobierno. Sin embargo, Merkel se distingue de sus predecesores en que su lenguaje es más abierto, incluidas las críticas en público a la situación de los derechos humanos o a la piratería industrial.

Representantes de la industria alemana habían manifestado su preocupación de que la decisión de Merkel de recibir al Dalai Lama pudiera acarrearles consecuencias negativas.

De momento, la protesta china ha sido ausencia de un grupo de representantes oficiales en un simposio que debía empezar hoy en Múnich en el marco del "diálogo sobre el Estado de derecho", lanzado en 1999 por el entonces canciller Gerhard Schröder. Según el Ministerio alemán de Justicia, la parte china alegó "razones técnicas" para la cancelación.

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