El corresponsal de la BBC Naster Dahir ha sido asesinado a balazos cuando regresaba a su domicilio en la ciudad de Kismayo, en el sur de Somalia. Dahir, de 26 años, recibió varios disparos en el pecho y en el estómago. La Unión Nacional de Periodistas Somalíes (NUSOJ), de la que era vicepresidente, ha desvelado que había recibido amenazas de muerte.
Un hombre armado atacó al periodista en Kismayo, a 500 kilómetros de Mogadiscio. Fue trasladado a un hospital de la ciudad en estado de coma, donde poco después murió. Las primeras investigaciones sobre la autoría del crimen apuntan a grupos insurgentes islamistas.
Reporteros sin Fronteras denuncia a las autoridades
Somalia, sumida en el caos y en la violencia desde 1991, es uno de los países del mundo más peligrosos para la prensa. Desde febrero de 2007 al menos nueve periodistas has sido asesinados, segúnd atos de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
Reporteros sin Fronteras (RSF) ha denunciado la pasividad de las autoridades frente a la violencia contra los periodistas. En un comunicado, esta organización se declara 'conmovida' por el asesinato de Dahir. 'La lista de muertos no deja de aumentar sin que las autoridades tomen medidas para yugular la violencia de la que son objeto los periodistas', lamenta RSF.
La organización defensora de los periodistas denuncia que 'este inmovilismo es escandaloso cuando Somalia es el país más mortífero de África para los profesionales de los medios de comunicación', con ocho muertos el pasado año.
Reporteros sin Fronteras denuncia a las autoridades
Somalia, sumida en el caos y en la violencia desde 1991, es uno de los países del mundo más peligrosos para la prensa. Desde febrero de 2007 al menos nueve periodistas has sido asesinados, segúnd atos de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
Reporteros sin Fronteras (RSF) ha denunciado la pasividad de las autoridades frente a la violencia contra los periodistas. En un comunicado, esta organización se declara 'conmovida' por el asesinato de Dahir. 'La lista de muertos no deja de aumentar sin que las autoridades tomen medidas para yugular la violencia de la que son objeto los periodistas', lamenta RSF.
La organización defensora de los periodistas denuncia que 'este inmovilismo es escandaloso cuando Somalia es el país más mortífero de África para los profesionales de los medios de comunicación', con ocho muertos el pasado año.
