Varios hombres armados abatieron a dos prominentes activistas kenianos que defendían las investigaciones por las muertes extrajudiciales a manos de la Policía horas después de que el Gobierno asegurara que son un frente de una banda notoria de criminales en el país.
Los asesinados son el director de la Fundación Oscar, Kamau Kingara, y el coordinador de programas, Paul Oulo, quienes murieron después de que los asaltantes bloquearan su coche en una calle central de Nairobi después de un día de protestas realizadas por la banda Mungiki, en el centro del país.
Las protestas contra las presuntas muertes policiales han añadido más desilusión al pobre apoyo que recibe la coalición gubernamental, formada para poner fin a la crisis poselectoral que se vivió en el país hace un año.
Los responsables de la Fundación Oscar habían movilizado protestas contra lo que aseguraban que era la muerte ilegal de más de 1.720 jóvenes y la desaparición de otros 6.542 que la Policía sospechaba eran miembros o simpatizantes de la banda Mungiki. Otros grupos defensores de los Derechos Humanos, y el relator especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, extrajudiciales y arbitrarias, Philip Alston, han situado la cifra de muertos en cerca de 500.
Cinco horas antes de la muerte de Kingara y Oulo, el portavoz gubernamental, Alfred Mutua, había denominado a la Fundación Oscar una fachada para Mungiki. Esta banda, que recibe el apoyo de los parados y los jóvenes kenianos, es conocida por sus extorsiones y sus asesinatos.
Los activistas de la sociedad civil culparon a las autoridades de los asesinatos, pero la Policía negó cualquier implicación. Es una cuestión muy desafortunada, debido a que hay un informe (de la ONU) sobre las muertes extrajudiciales justo hace una semana, así que podríamos esperar que algunas personas dijeran que estamos implicados en esto, declaró el portavoz policial, Charles Owino.
Alston, que se reunió con Kingara y Oulo durante la visita que realizó al país el mes pasado, pidió una investigación extranjera sobre sus muertes. Este asesinato de dos prominentes activistas de los Derechos Humanos debe ser investigado de forma independiente, según manifiesta un comunicado de Alston. Es imperativo, si la Policía keniana pretende ser exonerada, que un equipo independiente sea llamado desde algún lugar como Scotland Yard o la Policía de Sudáfrica para que investigue, aseguró.
Las protestas contra las presuntas muertes policiales han añadido más desilusión al pobre apoyo que recibe la coalición gubernamental, formada para poner fin a la crisis poselectoral que se vivió en el país hace un año.
Los responsables de la Fundación Oscar habían movilizado protestas contra lo que aseguraban que era la muerte ilegal de más de 1.720 jóvenes y la desaparición de otros 6.542 que la Policía sospechaba eran miembros o simpatizantes de la banda Mungiki. Otros grupos defensores de los Derechos Humanos, y el relator especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, extrajudiciales y arbitrarias, Philip Alston, han situado la cifra de muertos en cerca de 500.
Cinco horas antes de la muerte de Kingara y Oulo, el portavoz gubernamental, Alfred Mutua, había denominado a la Fundación Oscar una fachada para Mungiki. Esta banda, que recibe el apoyo de los parados y los jóvenes kenianos, es conocida por sus extorsiones y sus asesinatos.
Los activistas de la sociedad civil culparon a las autoridades de los asesinatos, pero la Policía negó cualquier implicación. Es una cuestión muy desafortunada, debido a que hay un informe (de la ONU) sobre las muertes extrajudiciales justo hace una semana, así que podríamos esperar que algunas personas dijeran que estamos implicados en esto, declaró el portavoz policial, Charles Owino.
Alston, que se reunió con Kingara y Oulo durante la visita que realizó al país el mes pasado, pidió una investigación extranjera sobre sus muertes. Este asesinato de dos prominentes activistas de los Derechos Humanos debe ser investigado de forma independiente, según manifiesta un comunicado de Alston. Es imperativo, si la Policía keniana pretende ser exonerada, que un equipo independiente sea llamado desde algún lugar como Scotland Yard o la Policía de Sudáfrica para que investigue, aseguró.
