Del avión que se estrelló en Sao Paulo sólo quedó la cola y cuerpos carbonizados

Del avión Airbus 320 de la aerolínea brasileña TAM que se estrelló hoy con 176 personas sólo quedó la cola, según declaró el gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra, en el propio lugar del accidente.

La aeronave, de 37 metros de largo y 34 de envergadura, capaz de alcanzar 833 kilómetros por hora, chocó contra un edificio de tres pisos, explotó y se incendió, dijeron testigos del que se considera que puede ser el peor accidente en la historia de la aviación brasileña.

‘Todo pasó muy rápido, fue una locura, como si el mundo hubiera acabado’, declaró Jose Carlos Gomes, quien trabajaba en el edificio contra el que chocó el avión, propiedad de la propia compañía TAM.

’Lo único que vimos fue el avión venir encima y salimos corriendo. Sé que muchos compañeros no alcanzaron a salir’, explicó Gomes con la voz entrecortada y los ojos húmedos.

Llovía cuando el avión tocó tierra y -según testigosla nave pasó de largo de la cabecera de la pista, atravesó la avenida intentando recobrar altura y fue a clavarse literalmente contra el edificio.

‘El estruendo fue muy grande. Parecía una bomba, pero todos sabíamos que se trataba de un avión’, declaró Sonia Pereira, una de las dependientas de una cafetería cercana.

‘Pudimos ver como una de las alas cortaba parte del edificio. Después hubo una explosión y el humo no dejó ver más’, agregó Pereira

Un centenar de patrullas de policías y coches de bomberos, más de 200 efectivos de seguridad y unos 150 médicos y peritos forenses se preparan para recoger cuerpos carbonizados.

Sin embargo, tenían que esperar a que se enfriara el amasijo de metales retorcidos de lo que fue avión, ya que ’las temperaturas debieron superar los 1.000 grados centígrados’, dijo Serra a los periodistas.

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