Poco más de 50 millones de italianos están llamados a votar mañana y el lunes para renovar el Gobierno de su país y elegir a los futuros miembros del Parlamento, 630 en la Cámara de los Diputados y 315 en el Senado.
Los electores deberán elegir entre las 32 listas que se presentan y entre las que sobresalen el Pueblo de las Libertades (PDL) de Silvio Berlusconi y el Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni. Además de la desaparición de las grandes coaliciones de Gobierno, la otra novedad de esta convocatoria ha sido precisamente la falta de diferencias y polarización entre ambas formaciones.
El PDL de Berlusconi ha presentado sus prioridades en forma de 'siete misiones', la primera de las cuales es 'relanzar el desarrollo' y resanar las cuentas públicas, mientras que en segunda posición figura el 'apoyo a la familia'.
A lo largo de toda la campaña, 'Il Cavaliere' ha hecho de la subida de impuestos que impuso el Gobierno de Romano Prodi su principal arma de ataque contra el centro-izquierda. Y en contraposición, se ha comprometido a suprimir algunas de las tasas que pesan sobre las familias italianas como la abolición del impuesto de bienes inmuebles para la primera vivienda o la supresión gradual del impuesto de circulación de los automóviles y motos.
El principal partido del centro-derecha, también se ha comprometido a aumentar la seguridad y la justicia, los servicios y potenciar la economía del Sur del país, históricamente menos desarrollado que la zona septentrional.
Por último, el partido de Berlusconi, ha asegurado que impulsará el federalismo, como respuesta a una de las principales demandas de su principal aliado, la Liga Norte, el partido secesionista que lidera Umberto Bossi.
Durante la campaña 'Il Cavaliere' también se ha pronunciado a favor de los grupos más desfavorecidos, como los pensionistas, con quienes se ha comprometido a aumentar sus ingresos al nivel del coste de la vida.
El nuevo partido de Berlusconi se presentará en alianza con la Liga Norte (radicado en las regiones del Veneto y la Lombardía) y el siciliano Autonomía Sur. Veltroni, en cambio, ha llegado a un acuerdo con los radicales y el ex magistrado y ministro de infraestructuras en funciones, Antonio Di Pietro, líder del partido 'Italia de los Valores'.
Su programa electoral, se centra en el apoyo a los trabajadores precarios, las ayudas para la vivienda, así como medidas para disminuir el peso de la burocracia italiana y una reducción sustancial de los parlamentarios.
En el terreno de los derechos civiles, el PD se compromete a sacar adelante una ley de parejas de hecho y el testamento vital, medidas que ya dieron de qué hablar en la pasada legislatura pero nunca lograron avanzar lo suficiente para convertirse en ley.
El PDL de Berlusconi ha presentado sus prioridades en forma de 'siete misiones', la primera de las cuales es 'relanzar el desarrollo' y resanar las cuentas públicas, mientras que en segunda posición figura el 'apoyo a la familia'.
A lo largo de toda la campaña, 'Il Cavaliere' ha hecho de la subida de impuestos que impuso el Gobierno de Romano Prodi su principal arma de ataque contra el centro-izquierda. Y en contraposición, se ha comprometido a suprimir algunas de las tasas que pesan sobre las familias italianas como la abolición del impuesto de bienes inmuebles para la primera vivienda o la supresión gradual del impuesto de circulación de los automóviles y motos.
El principal partido del centro-derecha, también se ha comprometido a aumentar la seguridad y la justicia, los servicios y potenciar la economía del Sur del país, históricamente menos desarrollado que la zona septentrional.
Por último, el partido de Berlusconi, ha asegurado que impulsará el federalismo, como respuesta a una de las principales demandas de su principal aliado, la Liga Norte, el partido secesionista que lidera Umberto Bossi.
Durante la campaña 'Il Cavaliere' también se ha pronunciado a favor de los grupos más desfavorecidos, como los pensionistas, con quienes se ha comprometido a aumentar sus ingresos al nivel del coste de la vida.
El nuevo partido de Berlusconi se presentará en alianza con la Liga Norte (radicado en las regiones del Veneto y la Lombardía) y el siciliano Autonomía Sur. Veltroni, en cambio, ha llegado a un acuerdo con los radicales y el ex magistrado y ministro de infraestructuras en funciones, Antonio Di Pietro, líder del partido 'Italia de los Valores'.
Su programa electoral, se centra en el apoyo a los trabajadores precarios, las ayudas para la vivienda, así como medidas para disminuir el peso de la burocracia italiana y una reducción sustancial de los parlamentarios.
En el terreno de los derechos civiles, el PD se compromete a sacar adelante una ley de parejas de hecho y el testamento vital, medidas que ya dieron de qué hablar en la pasada legislatura pero nunca lograron avanzar lo suficiente para convertirse en ley.