Varios equipos de bomberos, población civil e incluso turistas voluntarios luchan para impedir que un incendio que ha rodeado Dubrovnik dañe esta ciudad, conocida como 'la perla del Adriático' croata.
Según la agencia croata Hina, la situación había mejorado durante la mañana de hoy gracias a que el viento se había calmado, de modo que los aviones especiales pudieron ponerse en acción y las llamas del incendio que estalló anoche dejaban de avanzar.
Así, el centro de bomberos informó de que la situación en torno a Dubrovnik es "buena", que ha menguado el peligro de que el siniestro se propague a la ciudad, cuyo "núcleo antiguo" es, por su belleza artística y valor cultural, parte del patrimonio cultural universal de la UNESCO.
El incendio se inició en la vecina Bosnia-Herzegovina y durante la noche se propagó gracias a fuertes ráfagas de viento de forma muy rápida hasta los límites de Dubrovnik y destruyó la vegetación en su entorno, lo que llevó a las autoridades croatas a declarar el esta de emergencia.
Debido al peligro inminente, la alcaldesa, Dubravka Suica, llamó durante la noche a todos los ciudadanos a prestar ayuda a los bomberos, ya extenuados, dispersados sobre una línea de fuego de 20 kilómetros frente a la ciudad.
En la lucha contra las llamas participaban hasta hoy 250 bomberos profesionales, con 43 vehículos, y dos aviones-cisterna que sólo habían podido empezar a participar esta mañana, cuando amainó el viento. De ellos, 26 resultaron heridos, uno de ellos de gravedad. Además, en la defensa de la ciudad ayudan miles de ciudadanos y muchos turistas, informaron medios croatas.
La carretera del Adriático que une Dubrovnik con el resto de la costa estaba cerrada al tráfico y algunas partes de la ciudad no tenían electricidad ni comunicación telefónica. Durante la noche sonaron las alarmas y la ciudad estaba llena de humo, una situación que a muchos ciudadanos recordó el asedio y bombardeo serbio durante la guerra en 1991.
Así, el centro de bomberos informó de que la situación en torno a Dubrovnik es "buena", que ha menguado el peligro de que el siniestro se propague a la ciudad, cuyo "núcleo antiguo" es, por su belleza artística y valor cultural, parte del patrimonio cultural universal de la UNESCO.
El incendio se inició en la vecina Bosnia-Herzegovina y durante la noche se propagó gracias a fuertes ráfagas de viento de forma muy rápida hasta los límites de Dubrovnik y destruyó la vegetación en su entorno, lo que llevó a las autoridades croatas a declarar el esta de emergencia.
Debido al peligro inminente, la alcaldesa, Dubravka Suica, llamó durante la noche a todos los ciudadanos a prestar ayuda a los bomberos, ya extenuados, dispersados sobre una línea de fuego de 20 kilómetros frente a la ciudad.
En la lucha contra las llamas participaban hasta hoy 250 bomberos profesionales, con 43 vehículos, y dos aviones-cisterna que sólo habían podido empezar a participar esta mañana, cuando amainó el viento. De ellos, 26 resultaron heridos, uno de ellos de gravedad. Además, en la defensa de la ciudad ayudan miles de ciudadanos y muchos turistas, informaron medios croatas.
La carretera del Adriático que une Dubrovnik con el resto de la costa estaba cerrada al tráfico y algunas partes de la ciudad no tenían electricidad ni comunicación telefónica. Durante la noche sonaron las alarmas y la ciudad estaba llena de humo, una situación que a muchos ciudadanos recordó el asedio y bombardeo serbio durante la guerra en 1991.
