Uno de cada cinco neoyorquinos depende de ayudas para comer

Casi uno de cada cinco neoyorquinos, alrededor de 1,4 millones de personas, dependen a diario de la ayuda de las autoridades y organizaciones no gubernamentales para comer, en una ciudad donde están algunas de las mayores fortunas del mundo.

En los últimos cinco años se han sumado a la lista otras 200.000 personas que acuden a los cerca de un millar de comedores populares y bancos de alimentos repartidos por la ciudad, según datos que publica hoy el periódico Daily News.

De esas personas, 400.000 son menores de edad, 160.000 mayores de sesenta años y 95.000 ex combatientes, en una ciudad en la que 1,8 millones se benefician del programa federal de cupones de alimentos o Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP).

El Congreso aprobó en noviembre pasado un recorte del 5 % en el presupuesto de ayuda en cupones de alimentos, de los que se benefician más de 47 millones de estadounidenses de escasos recursos, entre ellos cuatro millones de hispanos.

Aunque la demanda en los bancos de alimentos y en los comedores populares aumentó un 10 por ciento el año pasado, han sufrido un recorte de 56 por ciento de fondos privados y públicos, lo que les impide llegar a los más necesitados de forma adecuada.

"El 85 por ciento de los comedores populares han informado de un aumento drástico de personas en busca de ayuda y casi la mitad se quedaron sin comida en noviembre pasado", advirtió la presidenta del Banco de Alimentos de Nueva York, Margarette Purvis.

La radiografía del hambre y la pobreza en la Gran Manzana deja datos preocupantes, ya que el 60 por ciento de los beneficiarios de las ayudas son mujeres y casi la mitad de los menores de edad viven en hogares donde no tienen suficiente dinero para alimentos.

Además, una de cada cinco personas que acuden a estos comedores populares trabajan y ganan de media unos 1.500 dólares al mes, y de ellas el 54 por ciento tiene un empleo a tiempo completo.

En los últimos meses, numerosas organizaciones y el propio alcalde, Bill de Blasio, han urgido al aumento del salario mínimo, que no permite salir de la pobreza a los trabajadores que lo perciben en una ciudad tan cara como Nueva York.

El Banco de Alimentos de Nueva York, una de las principales organizaciones que luchan contra el hambre en la ciudad, ofrece a diario unas 400.000 raciones de comida gratuita que se distribuyen en los cinco condados de la ciudad.

La organización recibe alrededor de 8.600 toneladas de comida enlatada del Gobierno federal, así como tres millones de dólares en ayudas del Gobierno estatal y donaciones de empresas privadas.

Mientras el banco centra sus esfuerzos en la distribución de comida enlatada o empaquetada, otros grupos como City Harvest reparten alimentos frescos gracias a la colaboración de restaurantes y supermercados.

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