Chávez y Uribe buscan pasar página a la crisis bilateral iniciada hace ocho meses

El presidente colombiano, Álvaro Uribe y homólogo Hugo Chávez (Foto: EFE)
Chávez y Uribe intentan pasar página a la crisis bilateral iniciada hace ocho meses entre los países que presiden, Venezuela y Colombia. Para eso buscan nuevos horizontes en una reunión en la que acentuarán los aspectos 'coincidentes' entre Caracas y Bogotá a fin de retomar y potenciar la cooperación. Uribe ha aterrizado en Venezuela y ha sido recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Nicolás Maduro.
La sede de la reunión es el Centro de Refinación de Paraguaná, a 500 kilómetros al oeste de Caracas, y la intención es zanjar el conflicto surgido en torno al combate contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que incluyó declaraciones oficiales altisonantes, el retiro temporal de los embajadores y la suspensión parcial del comercio fronterizo, antes de que en marzo Chávez volviese a contactar con Uribe.

Minutos antes del aterrizaje de su homólogo, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha expresado que 'retomar el camino' y 'reactivar las relaciones' con Colombia 'dependerá de muchas cosas. Va a ser una reunión muy franca, seguramente con afecto, porque en el fondo de mi alma hay amor hacia Colombia' y porque 'hay un potencial muy grande para la unión de nuestros pueblos y nuestras economías', ha añadido.

Al confirmar la semana pasada su encuentro con Uribe el primero bilateral desde finales de 2007, Chávez afirmó que lo recibirá como un 'hermano', tras reconocer que se han dicho 'cosas muy duras' ('mafioso' o 'mentiroso', lo llamó hace no tanto). Incluso anoche, en un acto proselitista, Chávez reprochó a sus aliados del Partido Comunista por apoyar una manifestación contra Uribe, anunciada para hoy frente al Consulado colombiano en Caracas.

A ver quién llega mejor

Chávez recibirá a Uribe en una posición política más cómoda después de que el 8 de junio solicitara a las FARC liberar a todos los secuestrados 'a cambio de nada', proclama el analista y director de la firma Datanálisis, Luis Vicente León. Esa petición contrastó con la posición que había asumido en enero, cuando exhortaba a la comunidad internacional a dar el estatus de beligerancia a la guerrilla colombiana. Sin embargo, publica el diario El Tiempo de Bogotá que la popularidad del mandatario ha caído un 20%.

Y Uribe llegará a Venezuela políticamente fortalecido tras el rescate en una operación militar, la semana pasada, de 15 rehenes de las FARC, entre ellos Íngrid Betancourt. Por cierto que la guerrilla colombiana ha divulgado en un comunicado que 'no fue un rescate', sino 'una fuga' propiciada por la 'traición' de los vigilantes de los prisioneros.

Cronología de una crisis

La crisis bilateral comenzó a finales de noviembre pasado, cuando Uribe puso fin a la mediación oficial para el intercambio humanitario de rehenes de las FARC por guerrilleros encarcelados que desde hacía cuatro meses cumplía Chávez junto a la senadora colombiana opositora Piedad Córdoba, por diferencias con sus gestiones.

Los dos países limítrofes tuvieron roces diplomáticos el año pasado después de que Uribe cancelara la mediación que le había pedido a Chávez para la liberación de los secuestrados por las FARC, situación que se agravó el 1 de marzo por una incursión del ejército colombiano en territorio ecuatoriano.

Entonces, la crisis diplomática 'a tres' llegó a límites hasta ahora desconocidos. El origen estuvo en la operación de tropas colombianas en territorio ecuatoriano en la que fueron abatidos el segundo al mando de las FARC, Luis Edgar Devia, alias 'Raúl Reyes', y otros 24 rebeldes. Ecuador rompió relaciones con Colombia y después se sumaron con acciones similares Venezuela, que expulsó a los diplomáticos colombianos y militarizó la frontera, y Nicaragua.

La situación se resolvió el pasado 7 de marzo en la Cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo, cuando el presidente dominicano, Leonel Fernández, conminó a hacer las paces a los gobernantes Álvaro Uribe (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Daniel Ortega (Nicaragua) y Hugo Chávez (Venezuela). Ese día el presidente colombiano le recriminó al líder venezolano porque 'no me quieres pasar al teléfono'. Finalmente, el venezolano llamó a su homólogo del país vecino.

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