China acusa al Dalái Lama de terrorista por 'glorificar' las inmolaciones

El Dalái Lama, líder espiritual tibetano exiliado, ayunó y rezó hoy en honor de los nueve tibetanos que se inmolaron en protesta por la represión religiosa del Gobierno chino en el Tíbet, mientras que Pekín acusó al Dalái de ser un terrorista y de instar
Pekín acusó hoy al Dalái Lama de ser un terrorista y de instar a la violencia por 'glorificar' las inmolaciones de nueve monjes desde marzo pasado, de los cuales cinco han fallecido, en protesta por la represión religiosa del Gobierno chino en el Tíbet.
'Estas inmolaciones van contra la moral y la conciencia humanas y deberían ser condenadas. Las fuerzas independentistas en el exilio y el grupo del Dalái Lama no han criticado estos casos, al contrario, los glorifican e incitan a más gente a seguir ese ejemplo', aseguró hoy en rueda de prensa la portavoz de la cancillería china Jiang Yu.

La funcionaria agregó que 'estas actividades secesionistas con coste de vidas humanas son violencia y terrorismo disfrazados', y pidió 'al mundo exterior que pueda ser objetivo respecto a las políticas religiosas chinas', en respuesta a la preocupación expresada ayer por Washington sobre las inmolaciones en cadena.

Según la portavoz, China protege los derechos religiosos y la cultura de las minorías étnicas, recogidos en su Constitución.

Jiang agregó que su Gobierno 'espera que los monjes del monasterio (de Kirti, donde han tenido lugar la mayoría de los suicidios) valoren su vida, se cultiven y cumplan las leyes del Estado'.

Estados Unidos y grupos de derechos humanos, como Free Tibet y otras organizaciones tibetanas en el exilio, señalan que las nueve inmolaciones, la mayoría de ellas perpetradas por monjes del monasterio budista de Kirti, son una medida de protesta para llamar la atención sobre la represión tibetana.

Los monjes inmolados pidieron también el regreso del Dalái Lama, el líder espiritual exiliado en la India en 1959 al liderar un fracasado levantamiento contra el régimen comunista chino, que se anexionó en 1949 el territorio después de siglos de protectorado y periodos de independencia.

El Dalái Lama anunció que el miércoles tendrá lugar en la India, que acoge al gobierno tibetano en el exilio, celebraciones y rezos en honor a los monjes inmolados.

El presidente del Parlamento tibetano en el exilio, Penpa Tsering, auguró ayer desde Nueva Delhi que la cadena de inmolaciones 'probablemente continuará a menos que la comunidad internacional intervenga o que el Gobierno de Pekín revise seriamente las causas que llevan a estos actos desesperados'.

No obstante, Tsering negó rotundamente en declaraciones a Efe que los suicidios respondieran a una estrategia política ni que estuvieran preparados desde fuera, y atribuyó los suicidios a la frustración de los tibetanos por la represión política china.

Desde Washington, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, instó horas después a China y a sus líderes a respetar los derechos de los tibetanos y su identidad lingüística, cultural y religiosa.

Una monja tibetana de 20 años protagonizó el lunes la novena inmolación en lo que va de año y se convirtió, según grupos tibetanos, en la quinta persona muerta desde el suicidio del monje Phuntsog, de 21 años, en marzo.

Las inmolaciones, que provocaron que las autoridades chinas se llevaran a unos 300 religiosos del monasterio de Kirti para ser 'reeducados' durante un mes, demuestran la persistencia de las tensiones entre chinos y tibetanos, que tuvieron su punto álgido en 2008, cuando decenas de civiles murieron por enfrentamientos étnicos.

La organización Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos indican que por lo menos 300 monjes de los 2.000 que habitaban al monasterio han sido sometidos a 'reeducación patriótica' e incluso temen por la vida de algunos de ellos, ya que la institución religiosa está asediada por las fuerzas de seguridad.

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