Su último informe acusa al régimen de Al Assad y la oposición de crímenes contra la humanidad

La comisión de expertos insta a la ONU a intervenir en Siria

Dos furgonetas, tras la explosión registrada en Damasco junto al hotel de los observadores de la ONU.
La comisión independiente que investiga la violación de los derechos humanos en Siria instó ayer a la ONU a actuar frente a las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el Gobierno y las fuerzas armadas de oposición.
En su último informe, la comisión que preside el brasileño Sergio Paulo Pinheiro recomienda al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que transmita sus conclusiones al secretario general, Ban Ki-moon, para su toma en consideración por el Consejo de Seguridad.
Llevar las conclusiones de este informe al Consejo de Seguridad de la ONU 'permitiría actuar de manera apropiada, a la vista de la gravedad de las violaciones, abusos y crímenes perpetrados por fuerzas del Gobierno y la (milicia) Shabiha, y por los grupos antigubernamentales', indica la comisión. El objetivo de la comisión es llevar ante la Justicia a quienes cometieron crímenes de guerra y contra la humanidad desde que comenzó el conflicto sirio en marzo de 2011.Para ello, elaboró una lista confidencial con nombres de individuos y unidades militares 'a los que se considera responsables de crímenes contra la humanidad, violaciones del derecho humano internacional y graves violaciones de los derechos humanos'.
El informe de 102 páginas será entregado a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, al término del mandato actual de la comisión en septiembre'.
Mientras, el Ejército Sirio Libre, el principal grupo armado rebelde, reivindicó la autoría del atentado con bomba perpetrado junto a un hotel en el que se alojan observadores de la Misión de Naciones Unidas (UNSMIS) y un cuartel militar, en el centro de Damasco, que dejó al menos tres heridos. En la capital siria también se han producido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes.
Ni los observadores ni la secretaria adjunta para Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, no sufrieron heridas en el atentado, según Naciones Unidas.

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