El seleccionador nacional de fútbol sala de Libia, el ferrolano Pablo Prieto, reconoció ayer a su familia que tanto él como el preparador físico, el extremeño Luís Castellano, están 'acojonados'. Así lo expresó la esposa del seleccionador, María Elena García, quien ayer consiguió hablar con su marido a través de skype, ya que las comunicaciones telefónicas 'son imposibles'.
Tras remarcar que el funcionamiento de la embajada española 'es un desastre', Elena comentó que la recomendación que le dieron a su marido fue la de que intentaran llegar al aeropuerto de Trípoli, donde presupone que se encuentran ambos en estos momentos.
Pablo Prieto dibujó a su mujer una situación dantesca. 'Aquí todo lo que se ven son señales de guerra. En el camino nos hemos encontrado más de 20 coches quemados, escasea la gasolina y hay colas de kilómetros ante las estaciones de servicio'. 'Nos vamos para el aeropuerto', fue lo último que ha transmitido el seleccionador a su esposa, antes de despedirse.
Pablo Prieto dibujó a su mujer una situación dantesca. 'Aquí todo lo que se ven son señales de guerra. En el camino nos hemos encontrado más de 20 coches quemados, escasea la gasolina y hay colas de kilómetros ante las estaciones de servicio'. 'Nos vamos para el aeropuerto', fue lo último que ha transmitido el seleccionador a su esposa, antes de despedirse.
