INQUIETUD Y DESCONFIANZA

Hollande pide reorientar la UE para frenar a la ultraderecha

"Europa debe escuchar lo que ha pasado en Francia", afirma sobre la victoria del Frente Nacional

El presidente francés, François Hollande, sostuvo que la victoria del Frente Nacional "no es un problema sólo para Francia sino también para Europa" y reclamó "reorientar" la construcción de la UE para responder a las demandas de los ciudadanos. "Cuando Francia vota como lo hizo el domingo, con uno de cada cuatro votantes apoyando a la extrema derecha, al Frente Nacional, hay un problema. Pero no es un problema sólo para Francia, sino también un problema también para Europa", dijo Hollande a su llegada al Consejo Europeo.

"Europa debe escuchar lo que ha pasado en Francia, y mi papel aquí es continuar lo que vengo haciendo desde hace dos años, reorientar Europa pero con todavía más fuerza", insistió el presidente francés. En caso contrario, avisó, en las próximas elecciones seguirá aumentado el voto anti-UE. "Yo soy europeo, quiero que Europa cambie", apuntó.

A su juicio, la demanda principal expresada en las elecciones "es que haya más crecimiento y más empleo, y que haya una reorientación de la construcción europea". Por ello reclamó centrarse no sólo en saber quién será el próximo presidente de la Comisión sino en darle un mandato que incluya "el crecimiento, el empleo, la transición energética, y la protección".

Inquietud y desconfianza

El pasado lunes, en un mensaje grabado y emitido por televisión en el horario de los telediarios de máxima audiencia, el presidente francés consideró que el triunfo del ultraderechista Frente Nacional, que por primera vez en su historia fue el partido más votado del país con un 25% de los votos, es responsabilidad de Europa, de los partidos de gobierno y de la política. "Es una desconfianza hacia Europa, que inquieta más que protege, una desconfianza hacia los partidos de gobierno, tanto de la mayoría como de la oposición, una desconfianza hacia la política que tras tantos años de crisis todavía se esperan los resultados", argumentó.

Reconoció que Europa desde hace dos años ha conseguido "superar la crisis de la zona euro, pero a qué precio: la austeridad que ha terminado por desalentar a los pueblos", señaló. Por ello anunció que "no más tarde que mañana (en alusión directa al Consejo Europeo de ayer en Bruselas) reafirmaré que la prioridad es el crecimiento, el empleo, la inversión".

"Europa -subrayó- debe preparar el futuro, las nuevas tecnologías, la transición energética, su propia defensa. Debe proteger sus fronteras, sus intereses, sus valores, su cultura. Ése debe ser el mandato para la próxima Comisión" que sea elegida por el Parlamento Europeo salido de las urnas.

El presidente francés reafirmó que no se va a desviar del giro político del Gobierno que nombró hace dos meses tras el revés electoral que sufrió su partido en los comicios municipales, con Manuel Valls como primer ministro, que está aplicando medidas de ajuste. Lo justificó porque "para hablar con una voz fuerte, Francia debe ser fuerte" y en los últimos diez años se ha debilitado por el deterioro de la competitividad de sus empresas, de su balanza exterior y el aumento de su deuda pública.

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