Cinco inmigrantes indocumentados, que llevaban catorce días en huelga de hambre, se han subido a dos grúas en el centro de Bruselas como una nueva forma de llamar la atención sobre su demanda de obtener papeles, informó la agencia Belga.
Un ruandés, dos hombres y una mujer marroquíes y un argelino iniciaron anoche esta protesta, que se añade a las que viene protagonizando en los últimos días este colectivo después de que el Gobierno no haya sido capaz de sacar adelante un acuerdo sobre asilo e inmigración.
Sin embargo, este fin de semana varios grupos de indocumentados cesaron las acciones con las que exigían papeles.
Así, un grupo de 39 inmigrantes ilegales que ocupaba desde hace dos años una iglesia de Forest, distrito al oeste de la capital belga, y que estaba en huelga de hambre desde hace 23 días, abandonó su acción el sábado después de que el director general de la Oficina de Extranjeros, Freddy Roosemont, les haya propuesto un permiso de permanencia de tres meses por motivos de salud.
Los huelguistas abandonaron el ayuno 'para mantener la unidad del grupo y porque son conscientes de que no habrá pronto una solución política', según cita hoy el diario 'De Standaard', dado que no habrá Consejo de Ministros hasta septiembre.
También otros tres iraníes en huelga de hambre, una mujer y dos hombres que se habían subido a una grúa el pasado martes, abandonaron la protesta el sábado por la noche.
El trío formaba parte de un grupo de once inmigrantes indocumentados -entre ellos dos latinoamericanos- que comenzaron una huelga de hambre en la Casa de América Latina en Bruselas el pasado 7 de julio.
Los ocho restantes siguen adelante con el ayuno, según ha confirmado una portavoz de la Casa de América Latina a Efe.
También unos sesenta huelguistas de hambre que ocupan varios edificios de la universidad francófona de Louvain-la-Neuve (sudeste de Bruselas) continúan su acción para exigir que las autoridades belgas regularicen su situación, según ha explicado el portavoz del grupo.
Sin embargo, este fin de semana varios grupos de indocumentados cesaron las acciones con las que exigían papeles.
Así, un grupo de 39 inmigrantes ilegales que ocupaba desde hace dos años una iglesia de Forest, distrito al oeste de la capital belga, y que estaba en huelga de hambre desde hace 23 días, abandonó su acción el sábado después de que el director general de la Oficina de Extranjeros, Freddy Roosemont, les haya propuesto un permiso de permanencia de tres meses por motivos de salud.
Los huelguistas abandonaron el ayuno 'para mantener la unidad del grupo y porque son conscientes de que no habrá pronto una solución política', según cita hoy el diario 'De Standaard', dado que no habrá Consejo de Ministros hasta septiembre.
También otros tres iraníes en huelga de hambre, una mujer y dos hombres que se habían subido a una grúa el pasado martes, abandonaron la protesta el sábado por la noche.
El trío formaba parte de un grupo de once inmigrantes indocumentados -entre ellos dos latinoamericanos- que comenzaron una huelga de hambre en la Casa de América Latina en Bruselas el pasado 7 de julio.
Los ocho restantes siguen adelante con el ayuno, según ha confirmado una portavoz de la Casa de América Latina a Efe.
También unos sesenta huelguistas de hambre que ocupan varios edificios de la universidad francófona de Louvain-la-Neuve (sudeste de Bruselas) continúan su acción para exigir que las autoridades belgas regularicen su situación, según ha explicado el portavoz del grupo.
