Fuentes de la policía aseguraron que su muerte fue instantánea y no pudo hacerse nada por su vida, al ser arrollado por las aspas de la aeronave, aún en movimiento.
Jack Fenton vivía días felices: se encontraba de vacaciones con familia y amigos en plena Grecia para disfrutar de la temporada estival.
Pero el joven británico, de 22 años, que se bajó de un helicóptero con la única intención de hacerse un "selfie" junto al aparato, fue decapitado por las aspas.
Fuentes de la policía aseguraron que su muerte fue instantánea y no pudo hacerse nada por su vida, al ser arrollado por las aspas de la aeronave, aún en movimiento.
Tras estos hechos se comenzó una investigación, y, de hecho, el piloto del helicóptero fue acusado de homicidio involuntario. La familia de Fenton fue desplazada en jet privado de vuelta a Gran Bretaña.
