El presidente afgano, Hamid Karzai, ha mostrado su determinación a llevar hasta las últimas consecuencias el derecho del país a actuar en defensa propia ante los talibanes y si para perseguir ese objetivo es precisó atacar sus escondites en terrirotrio paquistaní, así lo hara.
La amenaza del mandatario llega después de que un grupo de insurgentes asaltara una cárcel y liberara a cerca de 900 presos, la mayoría talibanes.
En una rueda de prensa, Karzai ha centrado su objetivo en el líder integrista Baitullah Mehsud, que se refugia en la región tribal de Waziristán del Sur y al que el Gobierno de Pakistán acusa de estar detrás del asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto. 'Los cogeremos, los venceremos y nos vengaremos de todo lo que han hecho a Afganistán durante tantos años', ha asegurado Karzai.
También ha lanzado sus amenazas contra el clérigo Fazlulah, que tiene su base de operaciones en el valle norteño paquistaní de Swat. 'Atacaremos su casa y sus bases'. Lo mismo que anunciaba para el mulá Omar de Pakistán, que tiene el mismo nombre que el líder de los talibanes en Afganistán.
Afganistán recela de la política antiterrorista de sus vecinos
Las declaraciones de Karzai llegan después de que el Gobierno afgano haya mostrado su preocupación por la nueva política antiterrorista del Ejecutivo paquistaní, que está dialogando con los integristas que decidan deponer las armas. Precisamente en el valle de Swat, donde en 2007 los combates entre los islamistas y el Ejército de Pakistán eran constantes, el Gobierno ha firmado un acuerdo de paz con los integristas.
La inteligencia estadounidense sospecha que en la porosa frontera entre ambos países se esconden importantes líderes talibanes y de la red terrorista Al Qaeda. Pakistán ha protestado en varias ocasiones por ataques en su territorio, como el pasado día 11, cuando acusó a las tropas de EEUU desplegadas en Afganistán de haber matado a once de sus soldados en un ataque aéreo en suelo paquistaní. La comandancia estadounidense respondió que sus fuerzas se vieron atacadas por un grupo de insurgentes y que sólo entonces iniciaron el bombardeo, aunque negó que sus tropas hubieran pisado territorio paquistaní.
En una rueda de prensa, Karzai ha centrado su objetivo en el líder integrista Baitullah Mehsud, que se refugia en la región tribal de Waziristán del Sur y al que el Gobierno de Pakistán acusa de estar detrás del asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto. 'Los cogeremos, los venceremos y nos vengaremos de todo lo que han hecho a Afganistán durante tantos años', ha asegurado Karzai.
También ha lanzado sus amenazas contra el clérigo Fazlulah, que tiene su base de operaciones en el valle norteño paquistaní de Swat. 'Atacaremos su casa y sus bases'. Lo mismo que anunciaba para el mulá Omar de Pakistán, que tiene el mismo nombre que el líder de los talibanes en Afganistán.
Afganistán recela de la política antiterrorista de sus vecinos
Las declaraciones de Karzai llegan después de que el Gobierno afgano haya mostrado su preocupación por la nueva política antiterrorista del Ejecutivo paquistaní, que está dialogando con los integristas que decidan deponer las armas. Precisamente en el valle de Swat, donde en 2007 los combates entre los islamistas y el Ejército de Pakistán eran constantes, el Gobierno ha firmado un acuerdo de paz con los integristas.
La inteligencia estadounidense sospecha que en la porosa frontera entre ambos países se esconden importantes líderes talibanes y de la red terrorista Al Qaeda. Pakistán ha protestado en varias ocasiones por ataques en su territorio, como el pasado día 11, cuando acusó a las tropas de EEUU desplegadas en Afganistán de haber matado a once de sus soldados en un ataque aéreo en suelo paquistaní. La comandancia estadounidense respondió que sus fuerzas se vieron atacadas por un grupo de insurgentes y que sólo entonces iniciaron el bombardeo, aunque negó que sus tropas hubieran pisado territorio paquistaní.
