Kiril es entronizado como nuevo Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa

Kiril, Patriarca electo de Moscú y todas las Rusias. (Foto: Sergi Ilnitsky)
Kiril, Patriarca electo de Moscú y Todas las Rusias, fue entronizado hoy en la catedral de San Salvador de Moscú, y desde ahora será el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, informó la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Al grito de '¡Axios!' ('digno' en griego), los metropolitas mayores, alzaron por los brazos a Kiril y lo sentaron en el trono patriarcal tres veces seguidas. Con ello, Kiril se convirtió en el XVI Patriarca de Moscú y Todas las Rusia y obtuvo el título de Santísimo Patriarca.

Tras la ceremonia, Kiril fue despojado de la vestimenta de prelado y le pusieron la de patriarca: el 'saccos' (casulla patriarcal) y el amito grande (cinta ancha y larga con imágenes de cruces) y le entregaron dos panagías (medallón colgado de cadena larga, con icono pequeño de la Virgen), la cruz y la mitra patriarcal.

Especialmente para la ceremonia de entronización fue fabricado un manto patriarcal verde y un 'kukol' blanco (gorro cónico redondo). En la parte frontal y los extremos delanteros del 'kukol' están bordadas imágenes de serafines de seis alas y en lo alto figura una cruz. El color blanco es símbolo de la luz divina inmaterial y la pureza del alma. Las imágenes de los serafines simbolizan la alta posición del Patriarca en la Iglesia Rusa.

El manto es una especie de capa larga, que no tiene mangas y se abrocha sólo en el cuello, utilizada sobre la sotana durante las ceremonias solemnes. El manto de los monjes ordinarios es negro; el de los obispos, de color violeta; el de los metropolitas, azul, y el del patriarca, verde (color que simboliza la vida eterna en el cristianismo).

En el manto hay tres franjas anchas bicolor que simbolizan la doctrina que deriva del Antiguo y el Nuevo Testamento, la que predica el Patriarca.

El metropolitano Kiril ha ostentado el cargo de titular del Departamento de Relaciones Exteriores de la Iglesia Ortodoxa, precisamente el mismo que desempeñó su antecesor, Alexis II, antes de su nombramiento como patriarca. Se le considera como un poderoso orador y, hasta cierto punto, la cara pública de la Ortodoxia gracias a sus frecuentes apariciones en programas de televisión.

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