Los líderes chinos también se van a la playa, aunque no de vacaciones: en un complejo hotelero no muy lejos de Pekín, los políticos se reúnen este mes para, entre chapuzón y chapuzón con sus familias, decidir las próximas reformas económicas o el desenlace del mayor escándalo político en décadas. .
Este año, la cita marcará el futuro no sólo de China, sino también el legado del recién elegido presidente Xi Jinping. Entre las decisiones a tomar se encuentra el desenlace del mayor escándalo político del país desde la masacre de Tiananmen, el caso Bo Xilai, el 'príncipe rojo' que todos apuntaban como uno de los posibles nuevos líderes de China hasta que su mano derecha le culpó de corrupción y acusó a su mujer del asesinato de un británico. Ella fue hallada culpable de este crimen y condenada a pena de muerte suspendida, que puede traducirse en cadena perpetua, y su mano derecha, Wang Lijun -el jefe de policía en la ciudad en la que Bo gobernaba-, fue también juzgado por corrupción y otros delitos, y sentenciado entonces a 15 años de prisión.
Ahora llega el momento del juicio a Bo, después de ser acusado formalmente por un tribunal en julio y cuya sentencia se espera 'acordar' por los líderes en este retiro veraniego, un 'castigo' que se forjará en un acalorado debate. Según los analistas, el presidente 'lo tiene difícil'.
APERTURA POLITICA
Al margen de este juicio, encima de la mesa de los políticos chinos estarán cuestiones 'de una importancia histórica', como la concerniente a la reestructuración del Partido y el Gobierno, y la gran posibilidad de que el presidente Xi dará nuevos pasos hacia la apertura política de China.
Ahora llega el momento del juicio a Bo, después de ser acusado formalmente por un tribunal en julio y cuya sentencia se espera 'acordar' por los líderes en este retiro veraniego, un 'castigo' que se forjará en un acalorado debate. Según los analistas, el presidente 'lo tiene difícil'.
APERTURA POLITICA
Al margen de este juicio, encima de la mesa de los políticos chinos estarán cuestiones 'de una importancia histórica', como la concerniente a la reestructuración del Partido y el Gobierno, y la gran posibilidad de que el presidente Xi dará nuevos pasos hacia la apertura política de China.
