Al menos 265.000 personas han tenido que ser evacuadas en el sur del estado norteamericano de California debido a la gravedad de los incendios forestales, que se están extendiendo, avivados por los intensos vientos del desierto, a gran velocidad y ya han destruido cientos de viviendas.
La propagación del fuego era tal que incluso atravesó una autopista de diez carriles en cuestión de minutos. La presencia de los fuertes 'vientos de Santa Anna' de esta temporada contribuyeron a la extensión de las llamas.
Al menos una persona ha fallecido por el fuego y decenas han resultado heridas. Las autoridades indicaron además que por lo menos 655 viviendas han sido pasto de las llamas, incluidas 130 tan sólo en una zona montañosa.
Pero todavía otros miles de inmuebles están amenazados por más de una decena de incendios que forman un patrón semejante a una telaraña luminosa que abarca al menos 1.346 kilómetros cuadrados en la región, azotada por una grave sequía en los últimos meses.
Esta noche, los Bomberos anunciaron que 500 viviendas y 100 propiedades comerciales han sido destruidas por un incendio en el norte del condado de San Diego que abarcaba una superficie de 58.680 hectáreas.
Los bomberos, que perdieron mucho tiempo tratando de convencer a la población que era reacia a abandonar la zona, se vieron superados por la propagación del fuego, que se extendía a gran velocidad por los vientos de 113 kilómetros por hora. Por todo ello, las autoridades californianas han solicitado ayuda a los bomberos de otros estados.
Por otro lado, dos incendios consumieron 128 viviendas en la comunidad turística montañosa de Lake Arrowhead, en el Parque nacional San Bernardino, al este de Los Angeles, según informaron las autoridades.
El fuego obligó ayer a la evacuación de casi 265.000 personas, incluidas centenares que fueron sacadas de un hospital y de hogares de ancianos. En el condado de San Diego, las llamas han destruido 40.500 hectáreas, informó el supervisor del condado, Ron Roberts. "Se trata de una grave emergencia", declaró.
"Hay más viviendas ardiendo que personal y camiones de bomberos para combatir los incendios", remarcó, por su parte, la capitana de bomberos, Lisa Blake. "Gran cantidad de personas perderán hoy sus hogares", añadió. Hay al menos 14 incendios, indicó Patti Roberts, portavoz de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobierno californiano.
El gobernador, Arnold Schwarzenegger, declaró el estado de emergencia en los siete condados afectados, lo cual permite la entrada de ayuda federal. También puso a disposición de los servicios de emergencia a 1.500 miembros de la Guardia Nacional de California, y el alcalde de San Diego, Jerry Sanders, afirmó que la misión de los soldados es impedir saqueos y asistir en las evacuaciones. "Es un momento trágico en California", indicó.
