Miles de monjes y activistas birmanos continúan manifestándose en Rangún después del enfrentamiento con las autoridades

Miles de monjes budistas y activistas por la democracia continuaron manifestándose hoy en la ciudad birmana de Rangún al ignorar las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno de la Junta Militar --que prohíbe reuniones públicas de más de cinco personas-- y después de mantener un enfrentamiento con los efectivos policiales desplegados por las calles.

La marcha avanzó hacia el centro de Rangún, la ciudad más grande del país, tras la tensión vivida en la popular Pagoda Shwedagon, uno de los templos budistas más importantes de Birmania, entre los manifestantes y la Policía antidisturbios, que llegó a realizar disparos al aire como advertencia y a utilizar gases lacrimógenos, e incluso golpeó a varios monjes y arrastró a muchos de ellos hasta los camiones donde eran retenidos.

La Junta Militar estableció anoche un toque de queda nocturno y prohibió las reuniones públicas de más de cinco personas con la aparente intención de evitar las manifestaciones que durante ocho días han encabezado monjes budistas en Rangún y otras ciudades importantes del país. Las marchas han sido las protestas más numerosas de opositores en casi dos décadas en el país asiático.

Unos 5.000 monjes y otros tantos estudiantes y miembros del partido que lidera la dirigente opositora detenida Aung San Suu Kyi partieron de la Pagoda Shwedagon hacia la Pagoda Sule, en el corazón de Rangún, donde se encuentran decenas de policías antidisturbios y soldados.

Algunos de los manifestantes portaban banderas con la imagen de un pavo real combativo, el símbolo principal del movimiento democrático en Birmania.

La Junta Militar no había recurrido a la fuerza hasta hoy para impedir las manifestaciones. Sin embargo, un contingente de soldados con el equipo completo de combate y un grupo de policías antidisturbios rodearon las pagodas Shwedagon, en Rangún, y Mahamuni Paya, en Mandalay, para impedir que los monjes se manifestaran.

En Mandalay, la segunda ciudad del país, decenas de soldados y policías impidieron que unos 300 monjes y 30 monjas entraran en la Pagoda Mahamuni Paya. Después de momentos de tensión entre forcejeos con las autoridades, los religiosos marcharon por la ciudad en medio de la presencia de las fuerzas de seguridad, que se mantuvo vigilante en todo momento, aunque no llegó a actuar.

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