El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, prometió ayer, durante la celebración de su 85 cumpleaños, que seguirá promocionando las ocupaciones de tierras de granjeros blancos y abogó por adquirir participaciones que permitan mayorías zimbabuenses en las empresas extranjeras en el país.
Miles de seguidores del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, se reunieron ayer en la localidad norteña de Chinhoyi para verle cortar el pastel de su 85 años cumpleaños y escuchar un discurso en el que advirtió que seguirá confiscando las fincas de los granjeros blancos. Esta es la primera vez, desde que en 1980 el país se independizó del Reino Unido, que Mugabe, que cum plió años el pasado 21 de febrero, celebra su fastuosa fiesta sin tener el poder absoluto del país, pues hace dos semanas se vio obligado a formar un Gobierno de unidad nacional con el opositor Morgan Tsvangirai.
Mientras la ONU calcula que siete de los 12 millones de habitantes de Zimbabue precisarán ayuda alimentaria este año para sobrevivir, el partido de Mugabe, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZA NU-PF), dijo ayer que la fiesta costaría 250.000 dólares (197.000 euros), aunque los medios oficiales redujeron hoy la cifra a 10.000 dólares (7.800 euros).
Tsvangirai, que en principio había dicho que acudiría a la celebración, cuyo dispendio ha causado escándalo y polémica en la actual situación del país, no estuvo en la fiesta, según dijo uno de sus ayudantes, que precisó que era un acto de partido.
Con traje gris y pañuelo rojo de la ZANU-PF, Mugabe estuvo acompañado por su esposa Grace y dos de sus tres hijos.
Mientras la ONU calcula que siete de los 12 millones de habitantes de Zimbabue precisarán ayuda alimentaria este año para sobrevivir, el partido de Mugabe, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZA NU-PF), dijo ayer que la fiesta costaría 250.000 dólares (197.000 euros), aunque los medios oficiales redujeron hoy la cifra a 10.000 dólares (7.800 euros).
Tsvangirai, que en principio había dicho que acudiría a la celebración, cuyo dispendio ha causado escándalo y polémica en la actual situación del país, no estuvo en la fiesta, según dijo uno de sus ayudantes, que precisó que era un acto de partido.
Con traje gris y pañuelo rojo de la ZANU-PF, Mugabe estuvo acompañado por su esposa Grace y dos de sus tres hijos.
