Ola de críticas e insultos en Turquía contra EEUU por la condena del genocidio armenio

La clase política y la prensa turcas reaccionaron hoy con alarma y desprecio a la resolución de condena al genocidio armenio aprobada ayer por la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense, a la que Ankara podría responder imponiendo sanciones a Washington.

   "La aprobación por el Comité de esta resolución ha sido un movimiento irresponsable que, en un momento tan sensible, hará que las relaciones entre un amigo y un aliado, y una alianza estratégica cultivada a lo largo de generaciones, sean más difíciles", señaló el Ministerio turco de Asuntos Exteriores en un comunicado hecho público esta mañana.

   Asimismo, calificó de "inaceptable" que el pueblo turco sea acusado "de algo que nunca ha ocurrido en el pasado". "Nuestro Gobierno rechaza y condena esta decisión", indicó el Ministerio, que mostró su esperanza en que el pleno de la Cámara de Representantes actúe con "sentido común" y no refrende la resolución a finales de noviembre. "Turquía realizará todo tipo de esfuerzos para prevenirlo", advirtió.

   Finalmente, el Ejecutivo recordó que los "incidentes de 1915" están siendo discutidos aún por los historiadores, por lo que Estados Unidos no debería "rescribir la historia distorsionando una materia que concierne específicamente a la historia común de turcos y armenios".

   Turquía se ha negado a reconocer como genocidio la deportación forzosa y masacre de entre un millón y un millón y medio de armenios a manos del Ejército otomano durante la Primera Guerra Mundial. En su opinión, las muertes de armenios --menos de medio millón, según medios oficiales-- no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo dispuesto por el aún Imperio, sino que se debieron a las luchas interétnicas, las enfermedades y la hambruna durante el confuso periodo de la Gran Guerra.

   Ankara ha abogado en los últimos años por el establecimiento de una comisión de historiadores turcos y armenios que investigue los hechos y establezca conclusiones de forma objetiva. Sin embargo, Ereván ha rechazado la propuesta argumentando que la comisión no se pondría de acuerdo porque primarían los sentimientos nacionalistas de uno y otro bando.

   Anoche, después de la aprobación de la resolución por 27 votos a favor y 21 en contra gracias a la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, el presidente turco, Abdulá Gül, calificó la decisión de "inaceptable", mientras que la Administración de George W. Bush, valoró que era "muy problemática". Por ello, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, iba a telefonear hoy mismo a su homólogo turco, Alí Babacan, según informó la agencia Anatolia.

   "27 AMERICANOS ESTÚPIDOS"

   La reacción de la prensa local ha sido además de lo más incendiaria. "27 americanos estúpidos", tituló hoy a toda página el diario 'Vatan'. Mientras, el 'Hurriyet', uno de los periódicos más vendidos e influyentes de Turquía, indicó: "La resolución del odio".

   El genocidio armenio es una de las cuestiones más espinosas en Turquía. Su reconocimiento está prohibido en el país euroasiático. Por otra parte, Ankara no ha dudado en castigar, de una forma u otra, a las naciones que lo reconocen como tal y que incluso consideran un delito su negación. Así, por ejemplo, Turquía decidió congelar sus relaciones militares con Francia después de que la Cámara Baja del Parlamento galo aprobase hace un año una resolución por la que se castigaba la negación del genocidio armenio.

   Estados Unidos teme ahora que Turquía tome unas represalias similares con ellos. Ankara, el único país musulmán miembro de la OTAN, es un aliado clave de Washington en su "guerra contra el terrorismo" y facilita un apoyo logístico crucial a las misiones militares norteamericanas en Irak y Afganistán.

   Por ejemplo, en torno a un 70% de los cargamentos estadounidenses con destino a Irak pasan por espacio aéreo turco, según se ha encargado de recordar el secretario de Defensa, Robert Gates. Una de las medidas que podría adoptar Turquía es el cierre de la base aérea de Incirlik, donde prestan servicio 5.000 soldados norteamericanos.

   ATAQUES A ESTADOUNIDENSES

   Asimismo, Estados Unidos está preocupado por la seguridad de sus ciudadanos en Turquía, ya que podrían ser objeto de ataques violentos durante los próximos días. Por ello, la Embajada estadounidense en Ankara, siguiendo instrucciones del Departamento de Estado, aconsejó ayer a sus ciudadanos que viajen o vivan en el país euroasiático que estén alerta y eviten tanto las manifestaciones, aunque sean pacíficas, como los lugares que frecuentan más a menudo.

   Ya en la jornada de ayer, centenares de personas se concentraron ante la Embajada y el Consulado de Estados Unidos en la capital turca para protestar por la resolución de condena al genocidio armenio, si bien no se registraron incidentes.

   Además, las relaciones bilaterales no atraviesan su mejor momento después de que el Gobierno turco anunciara esta semana su intención de lanzar una operación militar transfronteriza para luchar contra los terroristas kurdos en el norte de Irak, un despliegue al que se opone Estados Unidos.

   Por otra parte, la valoración de Estados Unidos en Turquía se encuentra bajo mínimos. Según un sondeo del grupo de análisis The Pew Global Attitudes Project publicado el pasado junio, tan solo el 9% de los turcos tiene una opinión favorable de su aliado en la OTAN (frente al 52% en 2002), la cifra más baja de los 47 países en que se realizó la encuesta. Los sentimientos anti-estadounidenses se multiplicaron en Turquía a raíz de la invasión de Irak en 2003, a la que el Parlamento turco se opuso cerrando el paso a las unidades norteamericanas a través de su territorio.

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