La ONU advierte que Somalia está al borde de la hambruna

La organización incide en los problemas de malnutrición de los niños menores de cinco años

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU advirtió ayer de una situación de "emergencia" en Somalia que puede conducir a una hambruna como la de 2011, que acabó con la vida de 258.000 personas. "Una vez más, el país se encuentra con una emergencia que está a la vuelta de la esquina", avisó el jefe de la OCHA, Philippe Lazzarini, en una rueda de prensa celebrada en Nairobi, al subrayar que las "necesidades humanitarias continúan siendo grandes".

Actualmente, unas 857.000 personas precisan de "asistencia urgente", mientras que otros dos millones de somalíes tienen importantes dificultades para poder tener cubiertas sus necesidades alimenticias el próximo junio. Preguntado si se puede repetir este año una hambruna como la que golpeó al país del Cuerno de África en 2011, el coordinador humanitario de la ONU para Somalia no descartó ese extremo y remarcó que la OCHA necesita actualmente "un mínimo de 60 millones de dólares para evitar una emergencia en las próximas semanas", y poder atender a casi tres millones de personas en Somalia.

"En lo que va de 2014 -precisó-, hemos recibido menos de 160 millones de dólares, lo que sólo representa el 17% de los 933 millones de dólares que se requieren para responder a las necesidades hasta final de año".

Según la ONU, la seguridad alimentaria del país "es probable que empeore en los próximos meses debido a la combinación del retraso de las lluvias (que afecta a los cultivos), el continuo conflicto y el aumento de los precios de los alimentos". Como ejemplo de la gravedad de la situación, Lazzarini indicó que "uno de cada siete niños menor de cinco años está muy malnutrido en ese país", de ahí que "uno de cada diez niños somalíes muera antes de su primer cumpleaños".

Dentro del conflicto que vive el país, la milicia radical islámica Al Shabab está contribuyendo a agravar el problema mediante el bloqueo de las principales rutas de abastecimiento de alimentos, como parte de su lucha contra el Ejército somalí y la fuerza multinacional de la Misión de la Unión Africana en el país (AMISOM). Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.

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