La Policía lusa sabe desde hace un mes que Madeleine está muerta y sospecha de los padres, según la prensa

La Policía Judicial portuguesa sabe desde hace un mes que la pequeña Madeleine McCann murió el mismo día de su desaparición en el apartamento del Ocean Club situado en el Algarve y abandonó definitivamente la hipótesis de que fuese raptada. Ante este giro de los acontecimientos, los padres de la niña, Kate y Gerry, vuelven a ser sospechosos, según informa hoy 'Diario de Noticias', que cita fuentes policiales cercanas al proceso sin identificar.
Las autoridades portuguesas y británicas están desde el inicio de este proceso, cuando Madeleine desapareció el pasado 3 de mayo, "atentas al matrimonio McCann", al que han dado "total libertad de movimientos para vigilarlo mejor" tanto durante su estancia en el Algarve como en los desplazamientos que han realizado a otros países para encontrar a su hija, indica el rotativo.

Este giro en las investigaciones se basa en la aparición vestigios de sangre en la habitación del matrimonio McCann y que presumiblemente pertenece a Madeleine, por lo que están siendo analizados por especialistas en ADN y comparados con el perfil genético de la pequeña, según informa 'Jornal de Noticias', que ayer adelantaba la noticia de que la niña podría haber muerto en la habitación de sus padres, aunque se desconoce si fue por accidente o se debió a un homicidio.

Esta nueva pista ha desencadenado nuevas búsquedas en el apartamento y desde hace dos semanas las autoridades portuguesas cuentan con la ayuda de agentes de la Policía británica acompañados por dos perros especialmente entrenados para detectar cadáveres y seguir rastros. Uno de los dos 'cocker spaniel' descubrió restos de sangre en una pared y el otro detectó el olor de un cadáver en el mismo local, según explica 'Jornal de Noticias'.

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