Cerca de 10.000 personas han prendido fuego a varias comisarías y edificios del Gobierno en la localidad suroccidental de Wengan en señal de protesta tras conocer las alegaciones que responsabilizan al pariente de un alto funcionario de la zona de violar y asesinar a una niña, cuya muerte podría haber sido encubierta por la Policía, desatando unas protestas que se han cobrado de momento la vida de un manifestante y han dejado cerca de 150 heridos.
El cuerpo de la adolescente fue hallado en un río cercano por las autoridades, que declararon que la víctima se había suicidado. Sin embargo, los miles de residentes negaron la versión policial y se encaminaron a la ciudad, donde procedieron a quemar todos los edificios institucionales, según el oficial Huang.
Quemaron la sede del partido Comunista hasta los cimientos, declaró el oficial, así como 20 vehículos, entre ellos coches de Policía.
La revuelta aumentó de intensidad cuando la Policía empleó la fuerza para dispersar a los cientos de estudiantes concentrados delante de la oficina de Seguridad Pública para pedir explicaciones sobre el caso, según informó el Centro Internacional para los Derechos Humanos hoy domingo.
Los enfrentamientos posteriores dejaron un manifestante muerto y más de 150 heridos. Cerca de 200 personas han sido arrestadas en estas protestas.
Quemaron la sede del partido Comunista hasta los cimientos, declaró el oficial, así como 20 vehículos, entre ellos coches de Policía.
La revuelta aumentó de intensidad cuando la Policía empleó la fuerza para dispersar a los cientos de estudiantes concentrados delante de la oficina de Seguridad Pública para pedir explicaciones sobre el caso, según informó el Centro Internacional para los Derechos Humanos hoy domingo.
Los enfrentamientos posteriores dejaron un manifestante muerto y más de 150 heridos. Cerca de 200 personas han sido arrestadas en estas protestas.
