Convocó para el día 18 una cumbre de líderes de ambas formaciones políticas en la Casa Blanca

Primer paso de Obama para acercarse a los republicanos

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que trata de determinar cuál será su estrategia política tras el triunfo republicano en las elecciones legislativas, abrió ayer una ofensiva para ganarse a los republicanos al convocarles para una cumbre el día 18. Obama prometió dialogar con los republicanos en la segunda etapa de su mandato, después de que los votantes dieran el martes el control de la Cámara de los Representantes a ese partido, que logró también avances en el Senado.
Para determinar cuáles deben ser los próximos pasos a seguir, el presidente estadounidense se reunió ayer con su Gabinete en la Casa Blanca. Al término del encuentro, Obama anunció una cumbre el día 18 con los líderes de los partidos en el Congreso en la Casa Blanca, a la que están invitados entre otros la presidenta saliente de la Cámara, Nancy Pelosi; el presidente de la mayoría demócrata en ese foro, Steny Hoyer; y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. Por parte republicana, están invitados el previsible nuevo presidente de la Cámara, John Boehner, y su 'número dos', Eric Cantor, junto al líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

La reunión de trabajo se complementará con una cena de carácter 'social', según adelantó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, que agregó que el encuentro será el primero de toda una serie que se van a celebrar en en las próximas semanas.


CITA CON LOS GOBERNADORES

Obama, que partirá hoy para una gira por Asia, citó para el día 2 de diciembre en la Casa Blanca a los gobernadores del país, la mayoría de ellos republicanos. 'Quiero que hablemos de manera sustancial acerca de cómo podemos hacer avanzar la agenda del pueblo estadounidense. No va a ser simplemente una oportunidad para sacarnos una foto', sostuvo el presidente.

El Congreso seguirá funcionando con su actual composición de mayoría demócrata en ambas cámaras hasta enero, cuando comenzará la legislatura emanada de los comicios del martes, en los que los republicanos lograron más de sesenta nuevos escaños en la Cámara y seis más en el Senado.

La voluntad de colaboración que promete el presidente estadounidense verá una de sus primeras pruebas en uno de los asuntos que más ha dividido a republicanos y demócratas, los recortes de impuestos aprobados durante la Administración Bush. Esos recortes expiran en diciembre y los republicanos quieren prorrogarlos, mientras que los demócratas abogan por continuarlos para las clases medias pero derogarlos para los más pudientes, quienes ingresen más de 250.000 dólares al año. El asunto será uno de los que dominen la cumbre del día 18, junto al desempleo y la marcha de la economía en general, la gran preocupación de los estadounidenses.

Robert Gibbs apuntó ayer a la posibilidad de un acuerdo de compromiso, al indicar que aunque Obama 'no cree que sea una buena idea' hacer permanentes las desgravaciones para los ciudadanos más acomodados, sí estaría dispuesto a plantearse mantener esos recortes fiscales durante uno o dos años.

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