Reducir la velocidad ha permitido salvar 11.000 vidas en Francia desde 2002

La reducción de la velocidad en 10 kilómetros por hora desde 2002 por la instalación de radares automáticos en Francia ha permitido evitar 11.000 muertes en accidentes de tráfico, según la Seguridad Vial.
Eso significa que más del 78% de la caída de la mortalidad en la carretera en Francia desde la puesta en marcha de los radares (evaluada en un total de 14.000 fallecidos menos) se explica por la disminución de la velocidad, destaca la Seguridad Vial en una nueva campaña de anuncios en prensa.

Conforme a un estudio de sus expertos, en las proximidades de los puntos donde están colocados los radares automáticos la bajada de la mortalidad ha sido del 66%.

El pasado año el número de muertos en accidentes de circulación en Francia bajó por primera vez del listón de los 4.000 para situarse en 3.994 y, de acuerdo con la Seguridad Vial, si se hubieran respetado las limitaciones de velocidad la cifra habría podido ser de 760 personas menos.

Los radares en Francia tienen un coste anual de unos 200 millones de euros, mientras que las multas que notifican permiten recaudar 590 millones de media.

Los autores de la campaña se han propuesto romper con algunos argumentos de los que se oponen a su acción, como que los radares tienen una finalidad recaudatoria para el Estado.

La explicación a ese respecto es que un tercio de lo que se consigue con las multas se dedica a financiar el funcionamiento del sistema de radares y el resto va a las administraciones que realizan obras para mejorar la seguridad en las carreteras y para desarrollar el transporte público.

También se defienden de escoger el lugar en que colocan los radares y alegan que se privilegian las zonas en las que se han constatado accidentes a causa de una velocidad excesiva.

Otras ubicaciones habituales son tramos que requieren una vigilancia particular por parte de los conductores, como túneles, puentes o recorridos cuya mejora plantea muchas dificultades.

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