El régimen sirio no permitirá que la ONU investigue la represión de las protestas

E l Gobierno de Siria cerró ayer la puerta a la comisión independiente aprobada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar presuntos crímenes contra la humanidad en la represión de las protestas opositoras y rechazó recibir lecciones de Occidente en esta materia.
Siria se sometió ayer al Examen Periódico Universal (EPU), un ejercicio al que se someten todos los Estados miembros de la ONU desde 2006 para hacer un repaso cuatrienal sobre la situación de derechos humanos, que en este caso ha llegado en un momento crucial.

En el marco de un recrudecimiento de la violencia en el país, incluso con informaciones sobre enfrentamientos entre las fuerzas armadas y desertores en la frontera con Líbano, la expectación en Ginebra fue grande para escuchar la intervención del viceministro de Exteriores, Faisal Mekdad, que no hizo ni una sola concesión.

Su exposición ante el Consejo de Derechos Humanos se centró en denunciar 'una conspiración internacional' tras las protestas que se suceden en el país desde marzo pasado contra el régimen de Bacher el Asad y en asegurar que las reformas democráticas están en marcha y que todos los sirios gozan de libertad de expresión y manifestación. Mekdad aseguró que detrás de la agitación civil hay una estrategia deliberada del bloque occidental, liderado por EEUU, para armar a 'grupos de terroristas'.

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