Mohamed VI presentó la nueva Constitucion, en la que cede parte de su poder a un presidente

El rey marroquí deja de ser 'sagrado' para ser 'inviolable'

Mohamed VI durante durante su intervención televisada. (Foto: PAUL McERLANE)
El rey de Marruecos, Mohamed VI, anunció ayer en un mensaje a la nación los cambios introducidos en la nueva Constitución y que implican que el monarca -que ya no será 'sagrado' sino 'inviolable'- cederá parte de sus competencias al primer ministro, que tendrá la denominación de presidente del Gobierno y saldrá de un Parlamento con más poder.
La nueva Constitución marroquí será votada en referéndum el próximo 1 de julio, tal como ha adelantado en su discurso televisado el monarca alauí, quien ya ha avanzado que participará en la consulta para votar a favor de la Carta Magna. El monarca se ha comprometido a ponerse 'en primera línea' para defender este proyecto, con el que espera sentar las bases 'de una monarquía constitucional, democrática, parlamentaria y social'.

Este documento representa, a su juicio, un momento 'histórico' en la 'construcción del Estado de Derecho y de las instituciones democráticas'. Dicho texto eliminará parte de las competencias que hasta ahora tenía el rey, pero al mismo tiempo le permite conservar parcialmente el peso que ostenta, de tal forma que liderará el nuevo Consejo de Seguridad y seguirá siendo la máxima autoridad religiosa.

Según esta nueva Constitución, que está 'hecha por los marroquíes y para los marroquíes' y representa 'un pacto histórico entre el trono y el pueblo' -en palabras del monarca-, el rey da más poder al Parlamento. Mohamed VI ya no podrá disolver este órgano sin consultar antes con el nuevo Tribunal Constitucional, para el cual el monarca podrá nombrar a la mitad de sus magistrados. El primer ministro --ahora presidente del Gobierno-- también será designado por el rey, aunque saldrá del partido más votado en unas elecciones con 'sufragio universal directo'.

El rey, que únicamente tendrá competencias exclusivas en las materias militar y religiosa, delega al primer ministro, con la condición de discusiones previas, competencias en la designación de los gobernadores provinciales o embajadores.

La reforma propone eliminar la referencia a que el monarca es una figura 'sagrada', aunque se mantendría que es 'inviolable'. También se plantea que sólo pueda emitir decretos reales en el ámbito religioso, por lo que el resto de leyes emanarían del Parlamento.

Mohamed VI destacó el 'carácter parlamentario' de Marruecos y lanzó un alegato en favor de 'la separación, la independencia y el equilibrio de poderes'. Respecto a la Justicia, apuesta por su 'inviolabilidad' planteando un nuevo sistema independiente del ejecutivo y legislativo, después de que hasta ahora Mohamed VI estuviese al frente del consejo responsable de la designación de jueces.

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