Las manifestaciones y tomas de edificios emblemáticos se están extendiendo a todo el país

Yanukóvich descarta sacar el ejército a las calles de Kiev

Ayer hubo nuevos enfrentamientos en la capital Kiev. (Foto: ALEXEY FURMAN)
Las protestas antigubernamentales en Ucrania se extienden ya por todo el país. Mientras, en la capital Kiev, la oposición tomó ayer otro edificio oficial en la zona ruso parlante, que es considerada el granero de votos del presidente, Víktor Yanukóvich. Por su parte, el gobierno, a través de su ministro de Defensa, anunciaba que descartaba la intervención del ejército.
El último edificio de la capital en caer en manos de la oposición fue la Casa Ucraniana, antiguo Museo Lenin, que fue asaltado por una multitud enardecida, que lo ha convertido en nuevo bastión de la resistencia. Miles de manifestantes asediaron durante horas a los doscientos agentes del Ministerio del Interior refugiados en el inmueble y únicamente los dejaron salir cuando hizo acto de aparición el carismático boxeador y dirigente opositor, Vitali Klitschkó.


BARRICADAS

Al igual que ocurriera con el Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos, el centro de exposiciones fue sellado con barricadas de nieve y en su interior se han abierto ya una cocina, un comedor y un dormitorio. La resistencia popular a Yanukóvich es una máquina engrasada de desobediencia civil que tanto es capaz de organizar la construcción de una barricada en apenas unos minutos como la captura de unos provocadores o la toma de un edificio. Envalentonado por el avance del movimiento de protesta, el Cuartel de Resistencia Nacional (CRN) lanzó ayer un ultimátum a Yanukóvich para que libere en las próximas horas a los 118 manifestantes detenidos.

Mientras, ocurrió lo que más temían las autoridades, que las protestas no se limitaran a la capital y el oeste del país, tradicionalmente europeísta, sino que se propagaran por toda la geografía, en particular el este controlado por el oficialista Partido de las Regiones.

Miles de manifestantes participaron en el asalto al edificio de la delegación del gobierno en Zaparozhie, cuna de Taras Bulba y de los cosacos, enfrentamientos en los que resultaron heridas varias personas. La patria chica de Yanukóvich, Donetsk, también fue escenario de violentos choques entre partidarios de ambos bandos.

Pese a todo, el ministro de Defensa, Pável Lébedev, descartó la posibilidad de que el Ejército sea desplegado para reprimir las protestas populares.

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