Los peatones que atraviesan el puente de la carretera N-541 sobre el río Arenteiro sólo pueden utilizar los arcenes de la calzada o el angosto paso entre el quitamiedos y la barandilla. Los vecinos demandan la construcción de aceras en el tramo.
Un gran número de vecinos de Carballiño que cruzan el viaducto de la carretera N-541 sobre el río Arenteiro han mostrado su malestar por la falta de seguridad vial en ese tramo. Y es que este puente ubicado en la zona de O Cornuval es de paso obligado para los asiduos al manantial allí existente, alojados en la Residencia do Maior, deportistas del pabellón Paco Chao y piscinas municipales, además de los habitantes de los barrios de A Toscaña y Ollal.
Los peatones disponen de los arcenes laterales de la calzada para pasar con el riesgo de ser atropellados o utilizar el angosto espacio limitado entre el quitamiedos y la barandilla del puente -de unos 40 centímetros de anchocon el peligro de resbalar y caer al cauce fluvial en las épocas de precipitaciones.
Las quejas sobre esta situación quedaron patentes en la asamblea anual de la Asociación de Veciños Camiño de la villa, y por este motivo trasladaremos al alcalde carballiñés que inste al Ministerio de Fomento para que se construyan unas aceras sobre los arcenes actuales, señala la presidenta del colectivo, Otilia González.
Estos carriles peatonales darían continuidad a los ya existentes en dirección a Toscaña y el cruce con la carretera a O Irixo, teniendo en cuenta que desaparecen en el tramo del viaducto, que alcanza los 100 metros de longitud. Por otra parte, entre las reivindicaciones recogidas por Camiño y referidas a la misma zona, los automovilistas que circulan desde Lalín por la OU-902 solicitan la sustitució de la señal de stop en la confluencia con la N-541 por un ceda el paso para mejorar la fluidez del tráfico.
Los peatones disponen de los arcenes laterales de la calzada para pasar con el riesgo de ser atropellados o utilizar el angosto espacio limitado entre el quitamiedos y la barandilla del puente -de unos 40 centímetros de anchocon el peligro de resbalar y caer al cauce fluvial en las épocas de precipitaciones.
Las quejas sobre esta situación quedaron patentes en la asamblea anual de la Asociación de Veciños Camiño de la villa, y por este motivo trasladaremos al alcalde carballiñés que inste al Ministerio de Fomento para que se construyan unas aceras sobre los arcenes actuales, señala la presidenta del colectivo, Otilia González.
Estos carriles peatonales darían continuidad a los ya existentes en dirección a Toscaña y el cruce con la carretera a O Irixo, teniendo en cuenta que desaparecen en el tramo del viaducto, que alcanza los 100 metros de longitud. Por otra parte, entre las reivindicaciones recogidas por Camiño y referidas a la misma zona, los automovilistas que circulan desde Lalín por la OU-902 solicitan la sustitució de la señal de stop en la confluencia con la N-541 por un ceda el paso para mejorar la fluidez del tráfico.
