La estructura, que mostrará el paisaje de la villa y su entorno, abrirá a las visitas en agosto

Las barandillas permitirán subir a la torre de A Veracruz

La torre de A Veracruz, aún con algunos andamios instalados. (Foto: MARCOS ATRIO)
Las obras de acondicionamiento de la torre del templo parroquial de A Veracruz de Carballiño finalizarán en el próximo mes de agosto, una vez que se lleve a cabo la instalación de medidas de seguridad en su interior. Concretamente, se trata de la colocación de barandillas en los accesos a los cuatro torreones y a la cúspide de la estructura, que permitirán el futuro acceso de visitantes. Estas actuaciones supondrán un pequeño retraso (un mes aproximadamente) sobre el plazo previsto inicialmente por el Concello carballiñés para la conclusión, finales del pasado mes de junio.
Así, los trabajos de consolidación que ejecuta la empresa Ecoservicios y Bioconstrucción Ilimitada Atlas S.L. 'rematarán nos primeiros días ou, a máis tardar, a mediados do vindeiro mes de agosto', comenta el arquitecto responsable del proyecto, Adolfo Otero. En esta primera fase, que está financiada por la Dirección Xeral de Patrimonio con 160.996 euros, se realizó la limpieza de las piedras de la fachada, eliminando la vegetación, y se trataron las grietas existentes entre éstas. Además, se procedió a impermeabilizar las cubiertas y a instalar canalizaciones para el drenaje de las aguas pluviales, con el fin de evitar filtraciones al interior de la iglesia.

Otras obras efectuadas consistieron en el lavado de las piedras entre la base de la torre y los torreones, 'pero aínda queda o tramo entre os torreóns e o cumio, que ten que ser obxecto doutra nova fase', indica Adolfo Otero. El desarrollo de este proyecto, cuya ejecución comenzó en diciembre del pasado año, obligó a la clausura de las dos puertas principales de entrada al templo, situadas en su parte posterior, bajo la propia torre, de forma que los feligreses sólo podían acceder a los oficios litúrgicos por las siete puertas laterales o a través de la sacristía.

También se prohibió durante estos siete meses el ascenso al interior de la torre, que se lleva a cabo franqueando una puerta situada en la zona del coro alto de la iglesia. Un acceso que a partir de ahora será regulado por los responsables de la parroquia de San Cibrao dentro del programa de visitas guiadas al templo que se venía organizando durante los últimos años.

Así, vecinos y turistas podrán admirar desde la cúspide de la torre unas vistas del casco urbano de la villa del Arenteiro y de su periferia, a una altura aproximada de 52 metros. El levantamiento de esta torre se había iniciado en 1949, seis años después de la colocación de la primera piedra del templo, y se prolongaría, tras detenerse y reiniciarse en 1956, hasta julio del año siguiente, si bien el maestro cantero que dirigió los trabajos, Adolfo Otero Landeiro, abuelo del actual arquitecto, ya falleciera.


HOMENAJE

Con la estructura a medio hacer, la nueva iglesia parroquial se abrió oficialmente al culto el 17 de septiembre de 1952, coincidiendo con la festividad de San Cibrao, patrono de la villa. Luciano Evaristo Vaamonde da Cortiña, el párroco que promovió la construcción del templo fallecía en 1961, hace ya medio siglo, y en su recuerdo fue organizado un emocionado homenaje en abril del presente año por parte de la parroquia de San Cibrao y la Plataforma ciudadana en defensa de A Veracruz. Mientras, la creación de una gran plaza pública en su entorno todavía está pendiente de un nuevo proyecto.

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