Las obras de reconstrucción del viejo balneario y la ampliación se iniciarán a principios de 2011

As Caldas de Partovia cuentan en su oferta con la hostelería

La propiedad permanece cerrada, a la espera de iniciar la construcción. (Foto: Xesús Fariñas)
Entre los meses de enero y febrero del próximo año está previsto el inicio de las obras de construcción del nuevo balneario de As Caldas de Partovia, en Carballiño. Así lo confirmó la directora del establecimiento termal, María Garriga, quien aseguró que en estos momentos se realizan los correspondientes trámites administrativos ya con vistas a ejecutar la primera de las tres fases del proyecto.
Hasta ahora, se desarrollaron trabajos de acondicionamiento de los terrenos, se derribó el viejo edificio y se realizaron diversos estudios sobre temperatura y caudal, teniendo en cuenta que serán las propias aguas termales las que suministrarán el calor a las instalaciones, cuyo consumo energético quedará reducido prácticamente en exclusiva a la luz.

El balneario hace en enero un año desde su cierre y sus propietarios afirman que será en 2012 cuando abrirá de nuevo sus puertas, ya totalmente remodelado, ampliado, modernizado, y con un pleno aprovechamiento de las nuevas tecnologías. 'Queremos construir un balneario distinto a la oferta que hay ahora', matizó María Garriga.

El viejo y emblemático edificio (de 1842) será reconstruido, completamente habilitado en su interior, pero conservando algunos elementos. Con la ampliación prevista se persiguen los 1.600 metros cuadrados construidos, aunque en un primer momento podría no ejecutarse toda la obra y completarla en otra fase. El proyecto también incluye piscinas exteriores. El futuro balneario tendrá una capacidad para atender 800 personas diarias y, según los propietarios, la construcción de un hotel queda relegada de momento para un futuro no inmediato. En ese sentido, ya han mantenido reuniones con hosteleros y empresarios de la villa, que se beneficiarán de esta circunstancia, con vistas a lanzar ofertas turísticas conjuntamente. 'Tendrá una gran repercusión en toda la zona y sobre todo en la hostelería', indicó Garriga.

El balneario más antiguo de Galicia, cuyo entorno los romanos denominaron 'puerto de la vida' abrirá al público después de 15 meses de obras y tras una inversión de casi tres millones de euros.

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