Los vehículos estacionados con carácter casi permanente en la villa aumentan, ya que sus propietarios prefieren ahorrar en combustible. La crisis también deriva en el abandono del viejo utilitario, para que la grúa lo retire.

La crisis aparca los coches

Un Opel Vectra, abandonado ayer en la calle Otero Pedrayo, antes de ser retirado por la grúa. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El aparcamiento de un vehículo en el casco urbano de Carballiño se está haciendo cada vez más difícil. A la tradicional escasez de lugares vacíos, se une ahora la tendencia de algunos ciudadanos de la villa a no mover su coche del sitio, para evitar un superfluo gasto en combustible, ya que es preferible en estos tiempos de crisis acudir a pie al centro de trabajo en los días laborales y así ahorrar en gasolina.
Una situación que viene detectando durante los meses de este año la Policía Local que, con la legislación en la mano, puede iniciar un expediente de abandono a los cinco días de comprobar la paralización de cualquier automóvil. Sin embargo, los propios agentes ven como este tipo de turismos desaparece los fines de semana, coincidiendo con los típicos desplazamientos de las familias a la aldea o a cualquier lugar de esparcimiento, siempre con regreso en la noche del domingo.

Este incremento de vehículos, en torno a un 20% con respecto al pasado año según los agentes, proporciona una dificultad añadida para éstos en la localización de los automóviles que realmente fueron abandonados definitivamente y que la normativa de Medio Ambiente califica como 'residuos sólidos urbanos'; es decir, como material de desecho.

En este caso, se da un plazo flexible de 20 días y, si el coche no se mueve, se remite una notificación a su propietario, que debe retirarlo de la vía pública en dos semanas. Si no es así, la Policía Local transmite los datos a la Concejalía de Medio Ambiente, que abre un expediente para facilitar que el servico de grúa del Concello carballiñés pueda trasladar el automóvil inmovilizado hasta el depósito municipal existente en A Uceira.

Mensualmente, la grúa retira una media de dos vehículos, y en el depósito se acumulan 19, contando con el retirado al mediodía de ayer, si bien todavía está otro pendiente de traslado.

El destino final de estos coches es el desguace, aunque la normativa vigente puede sancionar con 800 euros a aquellos propietarios que carecen del seguro obligatorio y no solicitaron su baja en Tráfico.

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