Cuando el párroco de la iglesia de Cameixa, en Boborás, llegó temprano este domingo, se encontró la puerta al templo forzada.
Había leído noticias sobre una oleada de robos en las iglesias de la zona, por eso pensó enseguida que le había llegado el turno a la suya. Encontró la entrada lateral dañada, después de que alguien la palaqueara para acceder, y todo revuelto en el interior.
La investigación
Rápidamente avisó a las autoridades, y hasta el lugar se trasladó la policía científica para tratar de hallar huellas, aunque no lo lograron. Dentro, estaban rotas las dos puertas de unos armarios y el Sagrario en el suelo, aunque no habían logrado abrirlo.
El propio párroco aseguró que no faltaban más que unas monedas, la lectura de aquellas noticias le puso en preaviso y llevaba tiempo sin dejar nada de valor allí.
Aun así, presentará una denuncia por los daños ocasionados. Aunque este domingo nadie pudo celebrar la misa en Cameixa.