Los hallazgos de Cameixa revelan actividad comercial

Los últimos restos arqueológicos que quedaron al descubierto en la cuarta campaña.
photo_camera Los últimos restos arqueológicos que quedaron al descubierto en la cuarta campaña.
La cuarta campaña de excavación dejó al descubierto una zona de trabajo de la Edad de Hierro

La cuarta campaña de las excavaciones llevadas a cabo en el castro de Cameixa, en Boborás, ha dejado al descubierto restos que acreditan como este asentamiento mantenía una intensa actividad comercial con distintos lugares de la península ibérica, según constata el director de los trabajos, el arqueólogo Jorge Lamas. Una de las pruebas más destacadas tiene que ver con el hallazgo de unas 10 cuentas de collares de pasta vítrea, que datan de entre los siglos I antes de Cristo y el I después de Cristo. “Eses colares está claro que non se fixeron neste lugar, que proceden doutros sitios”, explica el experto.

Otro descubrimiento tiene que ver con una segunda estructura cuadrangular (la primera quedó al descubierto en anteriores campañas), que según el arqueólogo corresponde a un espacio de trabajo, en el que han quedado a la vista dos molinos circulares de piedra completos, lo que demuestra “unha actividade de moenda importante neste xacemento da Idade de Ferro”, añade Lamas. También fueron hallados varios objetos de hierro, entre ellos una punta de lanza y una hoz de hace más de 2.000 años.

En esta campaña también han continuado con la excavación de la muralla que bordea el castro.

“Segundo imos avanzando confirmanse as teorías de Xaquín Lorenzo Fernández y Florentino López Cuevillas de que o xacemento foi ocupado en fases sucesivas. Este material ratifica o que se sabía e agora hai que seguir excavando para seguir coñecendo”, señala Jorge Lamas, que según matiza, al igual que la alcaldesa de Boborás, Patricia Torres, ya está prevista una quinta campaña de excavaciones para el próximo año. 

En esta última campaña se invirtieron 12.705 euros, financiada por la Xunta, realizando una intervención en un área aproximada de 100 metros cuadrados, lo que permitió consolidar parte de los restos descubiertos en los años 40 del siglo pasado.

CERÁMICA, BROCHES Y MOLINOS, ENTRE LOS RESTOS

La tercera fase de las excavaciones arqueológicas ya había dejado al descubierto restos relacionados con la estructura cuadrangular superpuesta a la circular, que quedó a la vista en la anterior intervención. Se trata de un muro construido en dirección norte y que guarda relación con la edificación fechada en el siglo I después de Cristo. El muro tiene seis metros de largo y de él se conservan 40 centímetros de alto. Además, desde el 2018 en que se pusieron en marcha las excavaciones, se encontraron otros restos como un alfinete de bronce decorado con espirales, otras dos cuentas de collares de pasta vítrea, muchos trozos de cerámica perlada decorada que corresponden a antiguos moldes con los que fabricaban vasijas de bronce, y también fragmentos de más molinos o dos broches para la ropa (fíbulas), entre otros.

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