Los pueblos de Irixo recuperan poco a poco la normalidad perdida hace aproximadamente tres años, coincidiendo con el inicio de las obras del AVE de Santiago a Ourense.
Los trabajos se centran ahora en el traslado y colocación de traviesas, además de la construcción de la estación de mantenimiento de las vías. El desalojo de viviendas afectadas por el trazado, las incomodidades de las carreteras destrozadas por la circulación de vehículos pesados, los cortes de agua potable y demás molestias, han dado paso a una situación de relativa serenidad entre los vecinos y autoridades locales, aunque todavía pendientes de que se solucionen las últimas deficiencias y con la vista puesta en el proyecto del nuevo corredor que partirá de Carballiño hacia Pontevedra y que de nuevo afectará en gran medida a este municipio.
Casi 90 vecinos cobraron en estos últimos días un total de 150.000 euros de una empresa aseguradora por causa de los daños que los explosivos utilizados ocasionaron en sus viviendas. Ahora, todavía quedan 12 pendientes de valorar los perjuicios, porque en el momento en que el Concello avisó al respecto no se encontraban en Irixo. Por otra parte, el alcalde Manuel Penedo celebra que ya han sido reparadas las cuatro carreteras, que en determinados momentos de las obras llegaron a estar impracticables para la normal circulación de los vehículos entre las distintas localidades.
No obstante, Penedo apuntó que aún no se ha resuelto la dotación de la traída de agua para los pueblos de Cangues, Dadín y Outeiro, que se abastecen provisionalmente de pozos. Después de solucionar el suministro hace 15 días en Guimarás, el Concello ha presentado la reclamación patrimonial de daños ante el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, para que adjudique las obras o financie su ejecución. El importe ronda los 300.000 euros.
Manuel Penedo recordó, además, que deberán ser devueltos los terrenos expropiados temporalmente a vecinos, sobre todo de Marnotes, Outeiro y Cangues, que fueron utilizados para el depósito de escombros. 'O problema é que despareceron os marcos que delimitaban as fincas e agora vai ser moi difícil establecer novamente os lindes', admitió el regidor.
Casi 90 vecinos cobraron en estos últimos días un total de 150.000 euros de una empresa aseguradora por causa de los daños que los explosivos utilizados ocasionaron en sus viviendas. Ahora, todavía quedan 12 pendientes de valorar los perjuicios, porque en el momento en que el Concello avisó al respecto no se encontraban en Irixo. Por otra parte, el alcalde Manuel Penedo celebra que ya han sido reparadas las cuatro carreteras, que en determinados momentos de las obras llegaron a estar impracticables para la normal circulación de los vehículos entre las distintas localidades.
No obstante, Penedo apuntó que aún no se ha resuelto la dotación de la traída de agua para los pueblos de Cangues, Dadín y Outeiro, que se abastecen provisionalmente de pozos. Después de solucionar el suministro hace 15 días en Guimarás, el Concello ha presentado la reclamación patrimonial de daños ante el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, para que adjudique las obras o financie su ejecución. El importe ronda los 300.000 euros.
Manuel Penedo recordó, además, que deberán ser devueltos los terrenos expropiados temporalmente a vecinos, sobre todo de Marnotes, Outeiro y Cangues, que fueron utilizados para el depósito de escombros. 'O problema é que despareceron os marcos que delimitaban as fincas e agora vai ser moi difícil establecer novamente os lindes', admitió el regidor.
