El Concello de Maside será el primero en disponer de un mapa del gas radón de la provincia de Ourense. El arquitecto municipal, Óscar Gonfer, se encarga de su elaboración, instalando detectores en edificios públicos y en 150 viviendas ubicadas en distintas localidades.
Después de realizar las mediciones en más de 10 edificios públicos, como colegios, centro de salud, pabellones o concello, el arquitecto señala que en todos los casos se sobrepasan los 200 bequerelios por metro cúbico de aire, que es la cantidad máxima que establece Estados Unidos, aunque la Unión Europea lo fija en 300 y la Organización Mundial de la Salud en 250. Según apunta, “pasan todos dos 200 bequerelios, algúns entre 250 e 300 e ata 600 e incluso nalgún caso entre 600 e 1.800, porque Ourense é a rexión de Europa con máis radon”.
Los detectores los coloca en despachos, salas, comedores y dormitorios durante tres meses, con el fin de remitirlos posteriormente al laboratorio de radón en la Universidad de Santiago de Compostela, con el que se firmó un convenio “para averiguar a trazabilidade do gas. É un traballo que pretendo seguir ata abarcar todo o municipio”.
Una vez elaborado el mapa, tanto la Administración local como los particulares podrán tomar las medidas oportunas para paliar en lo posible la existencia del gas. En el caso de que no sea excesiva la cantidad será suficiente con ventilar el inmueble y en otros casos se podrá extraer mediante ventiladores que renueven el aire o ya con soluciones estructurales utilizando láminas impermeables para evitar que ascienda del suelo o mediante rejillas de ventilación y apertura de huecos, entre otras.
“Nas vivendas novas xa é obrigatorio tomar medidas e nos inmobles vellos farase o que nos diga a Universidade”, matiza el alcalde de Maside, José Manuel Iglesias. “Nos edificios públicos tamén buscaremos a solución”, añade.
