O CARBALLIÑO

Nueva reunión de alcaldes para activar el servicio de bomberos

Varios voluntarios de Protección Civil se niegan a hacer más guardias mientras no cobren dietas

La precariedad en la que se desarrolla el servicio de emergencias del Concello de Carballiño continúa deparando nuevos quebradoros de cabeza al equipo de gobierno municipal. La desaparición de los antiguos Grumir y la demora en la puesta en marcha del nuevo parque de bomberos hace que el Servicio de Emergencias y Protección Civil del Concello funcione desde el pasado mes de febrero únicamente con voluntarios. Estos llegaron a un acuerdo con el Concello, por el que hacían guardias de 24 horas y a cambio se les abonarían 30 euros por guardia en concepto de dietas. Sin embargo, a estas alturas estos voluntarios aún no percibieron cantidad alguna, por lo que media docena de ellos decidieron dejar de hacer guardias en tanto no se resuelva esta situación.

El alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes, asegura que el concepto de esas dietas figura en los presupuestos del Concello para este año, pero están sin aprobar y mientras tanto no puede hacer nada. "Cuando estén aprobados, no habrá ningún problema para pagar esas dietas", asegura Marnotes, quien añade que "mientras tanto, yo no puedo exigirles nada, porque son voluntarios, pero lo que sí les pido públicamente es que sigan echando una mano".



Parque de bomberos

Con relación a la demora en la puesta en marcha del parque de bomberos, Marnotes se muestra optimista y considera que en los próximos días podría quedar desbloqueado el parque intercomarcal. Asegura que en los presupuestos de 2014 reservó las partidas necesarias para dotar a este servicio con 3 capataces y 9 operarios, así como para atender los costes de los vehículos, vestuario y resto del equipamiento. Sin embargo, para activarlo deberá a contar con la autorización de la Xunta y la Diputación, ya que esta materia no es competencia directa del concello.

Marnotes convocará para la próxima semana una nueva reunión con los alcaldes de la comarca, en la que abordará dos opciones: si Carballiño consigue las autorizaciones de la Xunta y la Diputación, hará la agrupación y conveniará con los concellos los servicios que les preste. La otra opción se activará si el Concello no consigue las mencionadas autorizaciones y consistirá en impulsar una agrupación de concellos que sumen en total más de 20.000 habitantes, con lo que el nuevo ente ya tendría competencia para gestionar este servicio de bomberos.

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