La Concejalía de Seguridad instalaba este lunes el último bolardo automático en la bajada a Flores, que complementará los que ya han sido colocados en el entorno de la fuente, convirtiendo así en peatonal el barrio más antiguo de Carballiño. Los residentes celebraban la medida porque eran numerosos los vehículos que circulaban por este entorno de calles estrechas y muchos los estacionados, pese a estar prohibido.
Pese al bolardo que se instalaba a primera hora de la mañana, todavía quedan pendientes la habilitación de los pivotes fijos, por cuyo motivo aún se podía ver algún coche circulando que tuvo que dar la vuelta al encontrarse la calle de la fuente cortada, y también algunos mal aparcados. El concejal de Seguridad, Manuel Sotelo, mantifestaba que "como pechamos sen aviso, levantaremos mañá os pivotes para que xa non se poida acceder".
De esta forma, el barrio al completo será peatonal, convirtiéndose en la primera zona que aglutina un buen número de calles en la que no se podrá circular con vehículos, a excepción de los residentes que dispondrán de un mando para manipular los bolardos y de una tarjeta roja que les autoriza a acceder sin ser sancionados.
En concreto, apuntan los responsables municipales que el mando "foi distribuido polo concello entre as persoas residentes, con negocios, propiedades ou prazas de garaxe. En total, poderán acceder nos seus vehículos algo máis dun centenar de persoas". Eso sí, quienes pretendan entrar en el barrio desde la Eira de Flores y no dispongan de la tarjeta roja, Manuel Sotelo fue contundente al manifestar que "serán multados, só están autorizados os que teñan a tarxeta".
Este amplio entorno se viene a sumar a algunas calles del centro urbano que ya son peatonales, como es el caso de Tomás María Mosquera y Rosalía de Castro, además de Perfectino Viéitez y Curros Enríquez, que fue la última en la que se prohibió la circulación antes de Flores.
El entorno de la Alameda "será o seguinte paso", matiza Manuel Sotelo. Se trata de otra zona en la que se verán afectadas varias calles que rodean el parque infantil y la Praza Irmáns Prieto. Aquí, pese a que sólo se permite circular a los residentes, es habitual que los conductores se salten la señal. El caos de circulación se forma cuando se suman los padres a la entrada y salida del colegio Sagrado Corazón.
Manuel Sotelo prevé para finales de mes mantener una reunión con los vecinos y propietarios de negocios con el fin de llegar a un acuerdo sobre la peatonalización de este entorno. Algo que considera urgente debido al peligro que entraña para los usuarios del parque infantil, que por cierto de momento sigue cerrado por causa de la pandemia. El método empleado será mediante la lectura de matrículas con cámaras que ya están instaladas.
