La cuadrilla de la 'Pepa Loba' sorprendía ayer a mercaderes y clientes de la tradicional feria de artesanía que se celebra en el Barrio de Flores. La bandolera y sus secuaces se presentaron armados hasta los dientes y sin ningún tipo de consideración encañonaron a todo aquel que se les puso a tiro, consiguiendo un sustancioso botín. No se salvó ni el cura, que se lamentaba de que le habían robado el dinero que había cobrado por un entierro.
La cuadrilla, unos a caballo y otros a pie, pero siempre blandiendo sus armas, asaltó una buena parte de los 60 puestos de venta esparcidos por el barrio y amenazó a todos aquellos que les hicieron frente. La Pepa Loba sembró de nuevo el terror, aunque también hay quien la defiende porque dicen que sólo roba a los ricos y ayuda a los pobres.
La tensión aumentó en gran medida cuando se presentó la Guardia Civil e intentó detener a la bandolera. Pese al forcejeo que se produjo, la cuadrilla se escabulló hábilmente, escapando por las calles de la villa.
Lo ocurrido no impidió, sin embargo, que continuara la feria recreada en el siglo XIX, que empezaba el pasado viernes y todavía se prolonga durante la jornada de hoy. Como ya es sabido por los asiduos de este mercado, allí se pueden adquirir todo tipo de artículos y con la garantía de que son artesanales: desde cosméticos naturales, pasando por complicadas elaboraciones en cuero o vidrio, joyas, instrumentos musicales, ropa, productos de alimentación y alfarería, entre otros muchos. Los asistentes también tienen la oportunidad de participar en talleres, por ejemplo, para aprender a moldear una pieza de cerámica, y también en muy diversos juegos populares y campeonatos. Para esta última jornada, además de las demostraciones de los viejos oficios, también habrá cantares de ciego, animación musical y un monólogo cómico. La feria, de la que es impulsora la diseñadora de moda Rosa Núñez, culminará con un desfile de sus creaciones.
La tensión aumentó en gran medida cuando se presentó la Guardia Civil e intentó detener a la bandolera. Pese al forcejeo que se produjo, la cuadrilla se escabulló hábilmente, escapando por las calles de la villa.
Lo ocurrido no impidió, sin embargo, que continuara la feria recreada en el siglo XIX, que empezaba el pasado viernes y todavía se prolonga durante la jornada de hoy. Como ya es sabido por los asiduos de este mercado, allí se pueden adquirir todo tipo de artículos y con la garantía de que son artesanales: desde cosméticos naturales, pasando por complicadas elaboraciones en cuero o vidrio, joyas, instrumentos musicales, ropa, productos de alimentación y alfarería, entre otros muchos. Los asistentes también tienen la oportunidad de participar en talleres, por ejemplo, para aprender a moldear una pieza de cerámica, y también en muy diversos juegos populares y campeonatos. Para esta última jornada, además de las demostraciones de los viejos oficios, también habrá cantares de ciego, animación musical y un monólogo cómico. La feria, de la que es impulsora la diseñadora de moda Rosa Núñez, culminará con un desfile de sus creaciones.
