Mejorar la comunicación entre las parroquias del rural, acercarlas a la ciudad y recuperar el patrimonio natural para disfrute de los vecinos y visitantes son algunos de los objetivos de la Ruta dos Arrieiros que inauguró ayer la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, arropada en el acto por numerosos vecinos de Carballiño y comarca. La ministra destacó el valor histórico de estos caminos, que se crearon para comercializar los productos de los monasterios del entorno, que en el siglo XIV llegaban hasta Europa.
Hoxe inauguramos unha obra moi importante para Ourense e Carballiño. Así empezaba su discurso la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la ourensana Elena Espinosa, dirigiéndose a los numerosos vecinos de la villa del Arenteiro y comarca que acudieron ayer a la sede social de la parroquia de Partovia para ofrecerle una calurosa bienvenida y asistir al acto de inauguración de la Ruta do Arrieiros.
Acompañada por el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, y el alcalde de Carballiño, Carlos Montes, entre otras autoridades, realizó primeramente un recorrido por uno de tramos más hermosos y emblemáticos de este camino, que parte de Fonteantiga (Barón).
Minutos más tarde, ya en la sede, Espinosa recordaba la relevancia de esta ruta en el siglo XIV y hasta su desaparición en el XVII. Este camiño naceu co fin de comercializar os productos que se producían nos monasterios cistercienses da zona, matizaba, y añadía que non podemos perder a nosa historia e debemos recordar que os arrieiros dirixíanse a Europa ata que despois se cerraron os mercados ingleses e portugueses e voltaron ó interior.
La ministra destacó el hecho de que las obras ejecutadas fueron las mínimas, para quedar en perfecta concordancia co entorno. De esta forma, se respetaron los caminos empedrados, se recuperaron lavaderos, fuentes y pasarelas, al mismo tiempo que se habilitaron áreas de descanso.
Esto que fixo o ministerio e a Xunta é un recoñecemento a aqueles homes que crearon os camiños, señaló Elena Espinosa, al mismo tiempo que mencio naba otras tres rutas: la de San Rosendo, en obras, y la de Celanova a Ourense, ya terminada. Refiriéndose, además, a la proyectada para el río Barbantiño.
La construcción de estos caminos responde al objetivo de crear infraestructuras de ocio y de vertebración del medio rural, generando actividad económica local y logrando un mayor acercamiento de la ciudad, señaló la ministra.
Elena Espinosa también respondía a una petición que le hizo públicamente Manuel Vázquez para ejecutar un proyecto en la parroquia de Cabanelas de integración de viñedos, patrimonio y rutas naturales. Al respecto, aseguró la ministra que intentaremos incluilo como un dos proxectos piloto da Lei de Desenvolvemento Sostible do Medio Rural, que recentemente presentei no Carballiño.
Los caminos enlazan cinco parroquias
La ruta tiene una longitud de 14 kilómetros y enlaza cinco parroquias de Carballiño. Su recuperación supuso una inversión de 1.072.930 euros. El historiador José Luis Sobrado, del Centro de Estudios Chamoso Lamas, que colaboró en la elaboración de la guía de esta ruta, manifestaba que los principales usuarios eran arrieros de la zona, sobre todo de Dacón, Arcos, Partovia y Señorín.
Acompañada por el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, y el alcalde de Carballiño, Carlos Montes, entre otras autoridades, realizó primeramente un recorrido por uno de tramos más hermosos y emblemáticos de este camino, que parte de Fonteantiga (Barón).
Minutos más tarde, ya en la sede, Espinosa recordaba la relevancia de esta ruta en el siglo XIV y hasta su desaparición en el XVII. Este camiño naceu co fin de comercializar os productos que se producían nos monasterios cistercienses da zona, matizaba, y añadía que non podemos perder a nosa historia e debemos recordar que os arrieiros dirixíanse a Europa ata que despois se cerraron os mercados ingleses e portugueses e voltaron ó interior.
La ministra destacó el hecho de que las obras ejecutadas fueron las mínimas, para quedar en perfecta concordancia co entorno. De esta forma, se respetaron los caminos empedrados, se recuperaron lavaderos, fuentes y pasarelas, al mismo tiempo que se habilitaron áreas de descanso.
Esto que fixo o ministerio e a Xunta é un recoñecemento a aqueles homes que crearon os camiños, señaló Elena Espinosa, al mismo tiempo que mencio naba otras tres rutas: la de San Rosendo, en obras, y la de Celanova a Ourense, ya terminada. Refiriéndose, además, a la proyectada para el río Barbantiño.
La construcción de estos caminos responde al objetivo de crear infraestructuras de ocio y de vertebración del medio rural, generando actividad económica local y logrando un mayor acercamiento de la ciudad, señaló la ministra.
Elena Espinosa también respondía a una petición que le hizo públicamente Manuel Vázquez para ejecutar un proyecto en la parroquia de Cabanelas de integración de viñedos, patrimonio y rutas naturales. Al respecto, aseguró la ministra que intentaremos incluilo como un dos proxectos piloto da Lei de Desenvolvemento Sostible do Medio Rural, que recentemente presentei no Carballiño.
Los caminos enlazan cinco parroquias
La ruta tiene una longitud de 14 kilómetros y enlaza cinco parroquias de Carballiño. Su recuperación supuso una inversión de 1.072.930 euros. El historiador José Luis Sobrado, del Centro de Estudios Chamoso Lamas, que colaboró en la elaboración de la guía de esta ruta, manifestaba que los principales usuarios eran arrieros de la zona, sobre todo de Dacón, Arcos, Partovia y Señorín.
