Una propiedad de 65.000 metros cuadrados en Beariz, hasta ahora improductiva, ha sido adquirida por la empresa pontevedresa Hifas da Terra para convertirla en un vivero de castaños y nogales.
Se trata de una iniciativa novedosa en la península ibérica ya que el fin de estos árboles está en la producción de setas, concretamente del preciado boletus edulis y de frutos selectos como la castaña y las nueces, además de la madera, a partir de castaños y nogales híbridos. Se multiplican de modo clonal y se obtienen por cruces de castaño japonés y castaño del país, siendo el resultado de investigaciones realizadas en el Centro de Experimentación y Formación Agroforestal de Lourizán (Pontevedra). El gerente Esteban Sinde declaró que la empresa se fundó en Bora (Pontevedra), en 1999, en donde trabaja 50.000 metros cuadrados de superficie. 'La necesidad de ampliar la producción para atender el mercado nos ha traído hasta Beariz', puntualizó.
Las ventajas de esta plantación respecto a las tradicionales de Galicia son varias, según señaló Sinde, ya que por un lado, en lo que respecta a la castaña, la primera cosecha se recoge en el segundo año desde la plantación, mientras que lo habitual es que no empiecen a producir, si lo hacen, a los 12 años. Para las setas, según explicó el gerente, hay que esperar seis años. Son plantas muy vigorosas, que ya sirven para madera en 25 o 30 años, y tienen la ventaja de que no se ven afectadas por la tinta (Phytophtora), que afecta en gran medida a los castaños del país.
La plantación se puso en marcha en diciembre de 2011. Son 20.000 plantas, que en menos de dos años estarán en el mercado con precios que oscilan entre los 7 y los 15 euros la unidad. La producción es de 3.000 kilos de castaña y 250 kilos de boletus por hectárea al año.
Las ventajas de esta plantación respecto a las tradicionales de Galicia son varias, según señaló Sinde, ya que por un lado, en lo que respecta a la castaña, la primera cosecha se recoge en el segundo año desde la plantación, mientras que lo habitual es que no empiecen a producir, si lo hacen, a los 12 años. Para las setas, según explicó el gerente, hay que esperar seis años. Son plantas muy vigorosas, que ya sirven para madera en 25 o 30 años, y tienen la ventaja de que no se ven afectadas por la tinta (Phytophtora), que afecta en gran medida a los castaños del país.
La plantación se puso en marcha en diciembre de 2011. Son 20.000 plantas, que en menos de dos años estarán en el mercado con precios que oscilan entre los 7 y los 15 euros la unidad. La producción es de 3.000 kilos de castaña y 250 kilos de boletus por hectárea al año.
