J.C., de 57 años, volvía de colaborar en una de las actividades solidarias en las que suele participar, cuando en la Praza dos Liborianos un vecino al que no conocía de nada salió de un bar y comenzó a intimidarle.
Este hombre espetaba gritos, y trataba de golpearle mientras el acosado evitaba el enfrentamiento. Para ello, intentó llamar a la Policía Local, cuando el agresor se abalanzó contra él para arrebatarle el móvil. En este forcejeo, J.C cayó al suelo, lo que el otro aprovechó para emprenderla a patadas contra él. La víctima asegura que no era capaz de detenerlo: "Me iba a matar".
Tanto fue así que hasta la intervención de dos testigos no fue capaz quitar de encima al agresor de la víctima. En el intento, uno de los testigos llegó a recibir un mordisco. Fue entonces cuando se pudo llamar a la Policía Local, que se desplazó hasta la zona para intervenir.
J.C. en ese momento no quiso más que marcharse del lugar, tal y como él mismo cuenta: "Tengo una madre mayor y lo último que quería era preocuparla". Sin embargo, acabó pasando la noche en el hospital de Ourense, donde ha estado en observación.
Según los propios agentes de la Policía Local de Carballiño, el agresor es un conocido vecino problemático. De hecho, cerca de las 19,00 horas de ese mismo día los agentes volvieron a su casa tras ser avisados de que, de nuevo, se encontraba en una actitud agresiva.
El hombre fue trasladado también al hospital, concretamente al ala psiquiátrica.
J.C. ha confirmado a La Región que ya ha interpuesto la denuncia y que se encuentra todavía en estado de shock.
