Un total de seis avenidas y calles de Carballiño todavía son de titularidad autonómica, a pesar de estar integradas hace más de 30 años en el entramado del casco urbano. Las calles Ourense y las avenidas Conde Vallellano, Julio Rodríguez Soto y del Parque conformaban la antigua carretera N-541 (Ourense-Pontevedra), que quedó en desuso para la circulación de vehículos una vez se abrió al tráfico la nueva, en 1973.
El Concello carballiñés solicitó de la anterior Consellería de Política Territorial la cesión de estas vías, con el objetivo de incorporarlas al patrimonio municipal y efectuar en ellas obras de mejora. Sin embargo, los responsables del departamento autonómico no comunicaron ninguna respuesta, por lo que el grupo municipal de gobierno volverá a insistir en su solicitud.
PROYECTO
Mientras, el Concello remitió a la Xunta un proyecto de acondicionamiento de la calle Ourense, que carece de aceras y alumbrado en varios tramos y sufre continuas inundaciones debido a las deficiencias den el alcantarillado. Las obras, que ascienden a dos millones de euros, consistirían en un nuevo asfaltado y la reposición integral de la red de abastecimiento, saneamiento y pluviales; construcción de aceras e instalación de puntos de luz. El alcalde, Carlos Montes, considera que este proyecto es prioritario, 'xa que a rúa Ourense é a de entrada principal ó casco urbán dende o enlace da autovía AG-53 (Dozón-Ourense)'.
Por otra parte, la calle Calvo Sotelo fue remodelada hace 10 años mediante un convenio con la empresa Aquagest, pero la antigua carretera entre la villa y O Irixo es ahora una calle urbana que une la nueva vía a Lalín con la N-541, y presenta un evidente estado de abandono. El Concello también ha previsto para este tramo, de un kilómetro aproximado de longitud, de una serie de mejoras, 'tendo en conta que tamén é un dos accesos principais á vila dende o centro da provincia de Pontevedra'.
PROYECTO
Mientras, el Concello remitió a la Xunta un proyecto de acondicionamiento de la calle Ourense, que carece de aceras y alumbrado en varios tramos y sufre continuas inundaciones debido a las deficiencias den el alcantarillado. Las obras, que ascienden a dos millones de euros, consistirían en un nuevo asfaltado y la reposición integral de la red de abastecimiento, saneamiento y pluviales; construcción de aceras e instalación de puntos de luz. El alcalde, Carlos Montes, considera que este proyecto es prioritario, 'xa que a rúa Ourense é a de entrada principal ó casco urbán dende o enlace da autovía AG-53 (Dozón-Ourense)'.
Por otra parte, la calle Calvo Sotelo fue remodelada hace 10 años mediante un convenio con la empresa Aquagest, pero la antigua carretera entre la villa y O Irixo es ahora una calle urbana que une la nueva vía a Lalín con la N-541, y presenta un evidente estado de abandono. El Concello también ha previsto para este tramo, de un kilómetro aproximado de longitud, de una serie de mejoras, 'tendo en conta que tamén é un dos accesos principais á vila dende o centro da provincia de Pontevedra'.
